Homenaje a coro

Desde primera hora de la mañana hasta por la tarde, flores, discursos, música y poemas recordaron a las 192 víctimas mortales de los atentados del 11-M. La madrileña estación de Atocha fue la principal sede de los homenajes. A mediodía, los Reyes, el presidente del Gobierno, ministros, representantes de los partidos e instituciones rindieron tributo a las víctimas en el epicentro de los atentados de hace cuatro años. El plantel de autoridades superó al de víctimas, que no llegaron a un centenar, y al de espectadores espontáneos en las calles aledañas. El acto apenas duró 10 minutos. Don Juan Carlos y doña Sofía, tras visitar el interior del monumento en recuerdo de las víctimas, colocaron una corona de laurel en el exterior, junto a la cúpula en forma de cilindro blanquecino. Todo el mundo guardó un minuto de silencio y sonó la pieza Da Pacen Domine, interpretada por la Capilla Real de Madrid y la Capilla Real de Cataluña. Una de las intérpretes era, en primera fila, Sonsoles Espinosa, la esposa del presidente del Gobierno.

Buena parte de la atención estuvo centrada en los corrillos de políticos, en los que se encontraba el líder del PP, Mariano Rajoy. Se esperaba un acercamiento entre Rajoy y Zapatero. Sólo hubo un saludo con un leve movimiento de cabeza. Quien sí habló algunos minutos con Zapatero fue la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre.

También acudió a Atocha la presidenta de la asociación mayoritaria de víctimas del 11-M, Pilar Majón, pero horas antes, a un acto organizado por CC OO, UGT y el sindicato de actores.