Norman 'Hurricane' Smith, productor y cantante
Trabajó en los primeros discos de los Beatles y Pink Floyd
Incluso bien entrados los años sesenta, la industria del disco se parecía al ejército: se usaban uniformes (los técnicos de grabación llevaban batas blancas), se respetaba la veteranía y se ascendía siguiendo el escalafón.
Hasta que irrumpió el rock, que rompió la cadena de mando y reventó las convenciones. Un espectador de aquellos cambios fue Norman Smith, que falleció de cáncer el lunes 3 de marzo, a los 85 años. Desde su puesto en los estudios de Abbey Road contempló la llegada de los bárbaros y, pasada la conmoción, decidió reciclarse en cantante.
Londinense de 1923, Norman A. Smith había vivido la experiencia militar como piloto de la RAF y encajó en la disciplina reinante en EMI, donde entró en 1959: ejerció de ingeniero de sonido en los estudios de la compañía en Abbey Road. La rutina de su existencia fue alterada por la llegada de los Beatles, zascandiles de Liverpool que pronto se hicieron con el control de aquel centro de trabajo.
El viperino John Lennon le rebautizó como "Normal" Smith, mientras que Paul McCartney le inventó un apodo que hacía referencia a su constante ruego de que bajaran el volumen de sus amplificadores. Su obsesión era la nitidez de sonido y supo resolver problemas inéditos como el grabar un sitar hindú.
A las ordenes de George Martin, Smith colaboró con los Beatles desde su audición de prueba hasta Rubber soul. En esa época también grabó a Helen Shapiro, Manfred Mann, Billy J. Kramer, Cliff Bennett, Freddie & The Dreamers y otras estrellas de EMI. En 1966, fue ascendido a productor y se implicó con grupos underground.
Aunque le costó despojarse de la corbata, demostró amplitud de miras: produjo varios discos de los Pretty Things -incluyendo S. F. Sorrow, supuestamente la primera ópera rock- y también se atrevió con los álbumes primerizos de Pink Floyd, con Syd Barrett al frente, que habían sido descubiertos por el productor independiente Joe Boyd.
Smith ejerció de músico en la posguerra y tocaba varios instrumentos si era necesario (también aseguraba haber puesto voces en grabaciones de los Beatles). Se le reanimó la vocación de artista y, bajo el nombre de Hurricane Smith, triunfó fugazmente con sus composiciones en los primeros setenta. Disimulando sus 50 años de edad con sombreros y mostacho, tuvo un número uno en Estados Unidos con Oh babe what would you say. Éxitos menores también fueron Don't let it die, My mother was her name o To make you my baby.
Aunque su pasión era criar caballos, volvió ocasionalmente a los estudios, produciendo artistas tan diversos como Kevin Coyne o Little Richard. Tenía buena memoria y, en los últimos tiempos, visitaba las convenciones de fans de los Beatles, donde contaba anécdotas y, si se terciaba, cantaba algunos de sus propios temas.
Su último disco, del año 2004, hacía un guiño a ese público: se titulaba From me to you. Norman Hurricane Smith había publicado recientemente un revelador libro de memorias, John Lennon called me normal.
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