Secuestro e intento de violación de waris dirie

Waris Dirie desapareció en Bruselas la semana pasada. Durante varios días, la escritora somalí, modelo y embajadora de la ONU contra la ablación femenina fue buscada por la policía. El viernes por la noche Waris dio señales de vida. Aseguró que estaba bien, que se había perdido. Pero ayer, de regreso a Viena, la ciudad en la que reside, la versión sobre su desaparición cambió radicalmente. Había estado secuestrada y la intentaron violar. Waris está internada en un hospital por una herida en el hombro izquierdo y por el "martirio" de dos días que vivió, informó ayer su abogado, Gerald Ganzger, a la agencia austriaca APA. El abogado contó que la embajadora de la ONU fue retenida y acosada por un taxista.

Según explicó el abogado, la autora de La flor del desierto confirmó que se había perdido en Bruselas, la noche del martes al miércoles pasado. No encontró su hotel después de haber ido a una discoteca, y como no llevaba consigo dinero ni pasaporte ni móvil y tenía problemas para comunicarse en inglés, se dirigió varias veces a una comisaría de policía, pero se sintió rechazada y decidió continuar la búsqueda por su cuenta y a pie. Finalmente, pidió a un taxista que la ayudara a encontrar el hotel. Dirie, al parecer, ha explicado que el taxista, tras dar muchas vueltas por la ciudad, le ofreció pernoctar en su casa, a las afueras de Bruselas, y continuar la búsqueda el día posterior, pero después la retuvo durante dos días, durante los cuales la podría haber acosado e intentado violar varias veces, aunque sin éxito. Finalmente, el hombre la llevó de nuevo al centro de la ciudad y la dejó marchar.

Waris Dirie nació en el desierto somalí. Siguiendo las tradiciones de su gente, a los cinco años le practicaron la ablación y a los 13 años su padre decidió casarla con un hombre de 60. Acompañada por uno de sus 12 hermanos, atravesó el desierto y llegó hasta Mogadiscio, donde vivió unos años hasta que consiguió viajar a Londres. Un famoso fotógrafo la descubrió como modelo mientras caminaba por la calle cuando ella tenía 18 años.