Solomillos inmunes a la crisis

La desaceleración económica no ha tenido ningún impacto en la cesta de la compra en 2007. Los 1.137 supermercados que Mercadona posee en 46 provincias de 15 comunidades autónomas no han notado caídas ni alteraciones en el consumo de sus productos a pesar de las subidas de precios que han experimentado algunos alimentos de primera necesidad en los últimos meses.

Así lo explicó el pasado jueves en la presentación de resultados de la compañía su presidente, Juan Roig, quien aseguró que no tiene constancia de que los clientes hayan renunciado a "solomillos por patatas", ni siquiera que se haya producido un aumento en el consumo de los denominados productos recomendados o de marca blanca, más asequibles, como consecuencia de supuestos reajustes económicos familiares.

En 2007 redujo en 12 días los plazos de pago a proveedores e invirtió 602 millones en reforma y construcción de supermercados y en logística

Registra un crecimiento acumulado de la productividad en los dos últimos años del 20%, debido, en parte, a la política laboral, dice Roig

Por el contrario, la empresa cerró 2007 con 13.986 millones de euros de facturación, un 15% más que en el ejercicio anterior, y unos beneficios después de impuestos de 336 millones, lo que supone un incremento del 39% sobre el año anterior y el 2,6% de su cifra de ventas. Como consecuencia de esos resultados, que Roig ha calificado de "muy satisfactorios", la cadena de supermercados ha repartido una prima por objetivos entre los trabajadores de 160 millones de euros, que de acuerdo con sus palabras significa que "de cada cuatro euros de riqueza generados por Mercadona, uno se ha repartido entre los trabajadores".

Además, en 2007 ha reducido los plazos de pago a los proveedores de 81 a 69 días y ha invertido 602 millones en la construcción y reforma de supermercados y en la finalización de la primera fase del bloque logístico de Ciempozuelos (Madrid) y el inicio de las obras del de Villadangos del Páramo (León). Los buenos resultados, pese a las turbulencias de la economía global, refuerzan el vigor de la empresa, que es la primera cadena de alimentación en España desde que en 2005 adelantó a la francesa Carrefour, y además se ha posicionado entre las 50 primeras cadenas de comercio mundial, según el informe 2008 Global Powers of Retailing.

Basándose en el comportamiento de los dos primeros meses del año, la compañía prevé un incremento de la facturación para 2008 (15.500 millones), la inversión de 600 millones de euros que invertirá en la apertura de 79 nuevas tiendas y la creación de 1.500 nuevos empleos (en 2007 alcanzó los 60.000). Asimismo, Roig ha insistido en la voluntad internacional de la compañía y ha asegurado que "en 2010 Mercadona estará fuera de España". Aunque no ha querido desvelar el país en el que la cadena podría iniciar su implantación internacional, ha asegurado que "será en Europa". Portugal es uno de los países que la compañía está estudiando "más en serio". Su proximidad a los ocho bloques logísticos que la compañía ha esparcido por España (tres más previstos para los próximos años) refuerza esa posibilidad.

Por encima de las cifras, Roig, que también ostenta la presidencia del Instituto de Empresa Familiar, ha puesto el énfasis en la productividad de la compañía, que ha experimentado un crecimiento acumulado en los dos últimos años del 20%, como consecuencia, en parte, de la política laboral desarrollada por la empresa. En ese sentido ha destacado la política de fomento de empleo de calidad y de conciliación de la vida laboral y familiar en una empresa en la que el 67% de la plantilla de trabajadores son mujeres. Como producto de esas políticas, 3.700 trabajadoras se han beneficiado de la posibilidad de ampliar su permiso maternal en un mes. También en eso Mercadona obtiene buenos resultados puesto que el porcentaje de mujeres de la empresa que deciden ser madres es del 9,5%, el doble de la media de nacimientos en España, que es un 4,2%.