No sólo votos utópicos
Llamazares se ofreció para gobernar y exigió ministerios
Nadie le ha acercado el rostro de un niño para que lo besara, nadie lo ha achuchado ni le ha pedido un saludo fogoso en estas dos semanas. Los militantes de IU parecen ser conscientes de su frialdad y su escaso gusto por la política de escaparate. Ni siquiera cuando todos se ponen en pie para cantar La Internacional se le ve a él muy en su salsa.
Una vez en el estrado, pocas bromas -"no soy la alegría de la huerta"- y muchos dichos populares: "A dios rogando y con el mazo dando", para los obispos; "aunque la derecha se vista de seda, derecha ultramontana se queda", para el PP; "el violinista que coge el violín con la izquierda y toca con la derecha": el PSOE...
Pero, sobre todo, un mensaje: sólo hay una izquierda, la de IU, y hay que salvarla de la marea bipartidista. En esa idea se resume la campaña de Gaspar Llamazares, candidato de la tercera fuerza política en número de votos. Es una convicción, pero también es instinto de supervivencia. Llamazares se juega en estas elecciones algo que en los mítines no ha dicho: puede quedarse sin grupo parlamentario (si pierde uno de sus cinco diputados) y entrar en crisis, o puede meter a IU en un gobierno del PSOE por primera vez en su historia. El "gobierno de izquierdas" que empezó proponiendo y ha acabado exigiendo. "Hay que transmitir que el voto a IU no es utópico", explica un dirigente.
Por eso la campaña ha tenido dos mitades claras: en la primera semana se trataba de pedir el "voto valiente" para combatir el llamamiento del PSOE al "voto útil"; en la segunda, Llamazares se ha lanzado directamente a exigir ministerios y a retar a Zapatero a que confiese a quién prefiere: IU o CiU.
Critica con indignación a populares y socialistas por agitar el "voto del miedo": Rajoy el miedo al inmigrante, Zapatero el miedo al PP. Pero él mismo se ha apuntado a esa táctica apelando a otro miedo: el terror a una mayoría absoluta del PSOE: "Volverán los tiempos de la reconversión industrial, de las huelgas generales, de la prepotencia...". Hasta los GAL ha sacado Llamazares en algún mitin, y el fantasma del "ensoberbecido" Felipe González.
Se inventó una nueva clase social, el "precariado", y cosecha los mejores aplausos cuando habla de Irak y de la República. No ha llenado plazas de toros (el mitin más multitudinario congregó a mil personas), aunque tampoco tiene IU el dinero que otros gastan en poner autobuses a la militancia. "Aquí, todo es más de andar por casa", dicen sus fieles. "Pero en estas elecciones nos jugamos mucho".ELECCIONES 2008
Cita con las urnas
Actos y kilómetros
- Los mítines. Llamazares ha recorrido 7.500 kilómetros y ha protagonizado 15 mítines en 13 provincias.
- Momento más multitudinario: El mitin de La Algaba (Sevilla). Los públicos más entregados: Murcia y Valladolid (curiosamente, dos plazas del PP).
- La broma de campaña: Los muñecos de cartón, tamaño natural, de Rajoy y Zapatero con los que Llamazares simuló un debate a tres en el escenario para protestar por su exclusión en los cara a cara televisivos.
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