Álava abrirá un piso de emancipación para menores inmigrantes
La Diputación de Álava pondrá en marcha un nuevo piso de emancipación que acogerá a los menores inmigrantes que están a punto de cumplir los 18 años que hasta ahora se encontraban en el centro Zabaltzen. El piso estará gestionado por los Jesuitas de Vitoria. Se trata del primer paso del programa que la institución foral ha puesto en marcha para resolver el problema de hacinamiento y precariedad en el que viven 22 jóvenes en esas dependencias, que se consideran provisionales desde 2003 y están habilitadas sólo para 12 personas.
La diputada de Política Social, Covadonga Solaguren, presentó ayer a las Juntas Generales de Álava las medidas con las que su departamento atenderá a los menores inmigrantes que lleguen desde ahora a esa provincia. De momento, se ha abierto el citado piso de emancipación para quienes se hallan a punto de alcanzar la mayoría de edad antes del 30 de mayo, donde vivirán ocho jóvenes, de los que siete cuentan con permiso de residencia, pero carecen de trabajo y de alojamiento.
La Diputación quiere construir un nuevo centro de acogida
Ya en mayo, se habilitará otro piso para mayores de edad (en la actualidad funciona uno), que permitirá que seis chicos más procedentes del centro Zabaltzen comiencen a emanciparse. Al mismo tiempo, la Diputación trabaja en la construcción de un nuevo establecimiento de acogida, con capacidad para 24 personas, que estará ubicado en Vitoria, aunque no en el barrio de Armentia, como se había especulado en un primer momento. Las quejas de los vecinos de la zona, de carácter residencial y clase alta, han obligado a retirar la primera propuesta. Este nuevo centro de acogida se inaugurará antes del verano.
Mientras, se ha procedido a adaptar la sede actual en las dependencias de la Cruz Roja para disponer de toda la planta completa, que supondrá un mayor espacio para habitaciones y el aumento de duchas.
Se comienza, de este modo, a resolver la situación anómala en la que vivía el centro de acogida de menores de Vitoria. Desde que Zabaltzen abriese sus puertas en 2003, el equipo de educadores ha atendido a unos 200 menores, de los que un 70% se ha integrado, en opinión de los tutores. Su trabajo pretende que los jóvenes, en su mayor parte de origen africano, se integren en su nueva realidad. "Viven un choque brutal. Muchos no conocen la luz en las calles, el agua corriente, la telefonía, y qué decir de los cursos formativos", comentó en su día a EL PAÍS Alfonso Hernández, miembro del grupo de tutores que lleva el centro.
En teoría, los menores han de vivir en el centro Zabaltzen como si fuese una familia, en la que los monitores se encargan de su educación. Los monitores piden que se creen grupos más pequeños para que la integración sea efectiva.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.