_
_
_
_
_
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Día de la Mujer Trabajadora

Una amiga ha tenido que soportar, en el momento clave de un proceso de selección de personal, la pregunta del millón: ¿piensa usted tener hijos? La respuesta, ya harta de tener que soportar esa pregunta entrevista tras entrevista, ha sido valiente: "Pienso, intento y deseo tener hijos". A ello sólo añadir que no sólo piensa tener hijos, sino que espera que el trabajo la deje el tiempo necesario para poder criarlos junto a su pareja. ¿Esas empresas, y sus entrevistadores, se atreverían a hacer esas preguntas si hubiera cámaras presentes durante la misma? Igual que ya nos vigilan en las calles, pido que se obligue a grabar las entrevistas de trabajo para poder acabar con la "pregunta del millón" y sus consecuencias.- Luis Miguel Redondo. Madrid.

Como ciudadanas granadinas, universitarias y feministas salimos a la calle para celebrar el Día Internacional de las Mujeres en un acto apoyado por el Ayuntamiento de Granada y que reivindicaba la eliminación de los estereotipos sexistas. Pero ese mismo día supimos que la Asociación Alfaguara, vinculada al Opus Dei, imparte un curso para convertir a las universitarias en mujeres 10: las que saben planchar, coser, mantener el tipo y, por supuesto, hacer tortilla de patatas.

La Concejalía de Juventud subvencionó la página web de esta asociación en 2006, por lo que el logotipo del Ayuntamiento de Granada aparece en la página. La concejal de Juventud se ha desentendido de estos contenidos machistas y retrógrados, y la concejal de Igualdad ni los valora ni los condena, y ha declarado que no se retirará el logotipo del Ayuntamiento, lo que supone un apoyo a esta asociación.

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

Queremos denunciar la existencia de este tipo de asociaciones, promovidas por la jerarquía eclesiástica y por la secta del Opus Dei, que adoctrinan a las mujeres en prácticas serviles y mantienen su discriminación; la incoherencia del Ayuntamiento respaldando esta asociación; la utilización de nuestro dinero y del nombre de la ciudad de Granada para subvencionar asociaciones sexistas. Además, no es cierto, como quedó reflejado en la manifestación y como demostramos en nuestro día a día, que las jóvenes granadinas demandemos este tipo de iniciativas.- Emilia Fernández Ruiz y Carolina Arcoya Pérez. Granada.

Hace poco más de una semana, de nuevo la violencia machista se cobró cuatro víctimas en un día, y ya van... infinitas. Porque infinita es cada una de las mujeres que han perdido la vida en este tiempo de vergüenza. Somos nosotros, los que tenemos un problema, los que más debemos cuestionar los axiomas que han regido desde tiempos remotos la relación entre hombres y mujeres.

Me supera el dolor cada vez que algún energúmeno utiliza la fuerza para imponer su criterio o evitar su abandono merecido. Son infraseres que han creído que la vida de las mujeres es su propiedad privada. Deberíamos implicarnos en el asunto de manera visible en el rechazo absoluto de la violencia y en el compromiso firme con las víctimas. El reproche hacia estos hombres debe partir también de sus congéneres, para que no quede ninguna duda de la consideración que nos merecen y porque una actitud más tibia por nuestra parte pudiera interpretarse por quien esté predispuesto a ejercer esa violencia como un signo, si no de aprobación sí de condescendencia.

Debemos extender y sumar a más hombres a esta causa que es de todos y reivindicar tolerancia cero frente a la ignominia de unos cuantos que justifican o disculpan actitudes o hacen chistes con tal de banalizar el hecho de la violencia subyacente o manifiesta.

Es tiempo de acción, no de silencio, y nos toca también a nosotros, como hombres, tomar partido. He adaptado para la ocasión una frase de Martín Luther King: "... Quiero tu complicidad para que cuando reflexionemos sobre la violencia a las mujeres, nos parezcan tan graves las fechorías de los malvados como el escandaloso silencio de los buenos hombres".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_