Los juzgados contenciosos acumulan más de 20.000 asuntos por resolver
Los magistrados de Barcelona ya señalan juicios para la primavera de 2010
El célebre "vuelva usted mañana" de Larra suena a ridículo aplicado a la Administración de justicia, que bien podría acuñar otra fórmula más rotunda: "Vuelva usted de aquí a dos años y pico". Los juzgados de lo contencioso-administrativo de Barcelona -donde se decide sobre trámites de extranjería, multas de tráfico o sanciones a las empresas- no dan abasto. Acumulan más de 20.000 asuntos por resolver. El colapso es tal que los magistrados ya están señalando algunos juicios para la primavera de 2010: dos años y pico.
La Sala de Gobierno del TSJC y los jueces se enfrentan por el reparto de tareas
Cuatro de los juzgados no están ocupados por jueces titulares
Los juzgados contenciosos empezaron a funcionar en Barcelona en 1999. Al principio, resolvían el trabajo sin demasiadas complicaciones. La cosa cambió en 2003, cuando una reforma legal les otorgó nuevas competencias. Ese mismo año, atendieron 5.435 casos. Al año siguiente, la cifra dio un salto espectacular: 9.213. La Junta de Jueces alertó de la acumulación que se precipitaba para los 14 juzgados de la ciudad y solicitó formalmente, una vez tras otra, la llegada de nuevos compañeros. La petición cayó en saco roto y no se ha atendido hasta hace unos meses, con la incorporación de tres nuevos juzgados.
La juez decana de Barcelona Maria Sanahuja ve este aumento como una "ayuda" que, sin embargo, es "insuficiente para resolver el problema". Sanahuja reclama la creación de otros cuatro juzgados para tomar oxígeno. La Sala de Gobierno del TSJC acordó, además, dar a los tres nuevos juzgados (los números 15, 16 y 17) una serie de materias específicas, con el objetivo de "agilizar" los trámites. Se trata de asuntos de personal, actas de infracción y "otros", un apartado que incluye, por ejemplo, las subvenciones.
El nuevo sistema de reparto ha irritado a la juez decana -que emitió un voto particular en contra- y a la Junta de Jueces de lo contencioso-administrativo, que ha interpuesto un recurso de alzada ante el Consejo General del Poder Judicial. Los jueces entienden que el reparto "no es equitativo", ya que la especialización parcial hace que los recién llegados se encarguen "de las materias de menor complejidad", según fuentes judiciales. La Sala de Gobierno del TSJC, por el contrario, cree que la especialización es "oportuna" y ofrece "ventajas" al servicio público, ya que se les otorga a los nuevos juzgados temas de gran "sensibilidad social".
El CGPJ ha suspendido, de forma cautelar, la decisión de la Sala de Gobierno a la espera de pronunciarse sobre su legalidad, señalaron las mismas fuentes.
Las materias más sencillas son las que tienen que ver con el tráfico y las repetitivas, por ejemplo. Las más difíciles, en cambio, son expropiaciones forzosas, responsabilidad patrimonial o licencias urbanísticas, entre otras. La juez decana sostiene, en ese sentido, que existe un agravio comparativo en relación con Madrid, que dispone de más medios. En Barcelona, ingresaron 10.300 asuntos en 2006, de los que la mayoría (el 55%) eran difíciles de resolver. En Madrid, ingresaron casi el triple de asuntos (29.800), aunque la mayoría (72%) son de relativa facilidad.
El año pasado, entraron en los juzgados 10.356 asuntos, a los que hay que sumar los 10.059 que quedaron pendientes de resolver a finales de 2006. De ahí salen los 20.000 que se acumulan y causan un mal servicio al ciudadano. Algunos de los asuntos, además, los han de resolver jueces sustitutos. De los 14 juzgados existentes hasta hace poco, cuatro están ocupados por sustitutos. Y de los nuevos, sólo un titular se ha ofrecido para cubrir la plaza. La razón: "Las condiciones de trabajo son inaceptables. Nadie quiere venir", dice Sanahuja.
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