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... y Alan Duncan, con James

El político es el primer diputado conservador británico en unirse legalmente a otro hombre

Alan Duncan se convertirá en el primer diputado del Partido Conservador británico que se casa con otro hombre. Aunque él, conservador al fin y al cabo, reniega de la palabra matrimonio y prefiere ceñirse a la denominación legal de "relación civil", lo que en España se llamaría reconocimiento legal de una pareja de hecho.

Duncan, de 50 años, y James Dunseath, que trabaja en un gabinete de prensa de la City y tiene 39 años, se conocieron hace 14 meses en una cena con amigos comunes y desde entonces son "inseparables".

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El diputado se declaró en la noche de San Valentín, durante un viaje de la pareja a las playas de Omán aprovechando un receso del Parlamento británico. La ceremonia tendrá lugar a finales de julio en el registro civil de Marylebone, en Londres. Alan asegura en una entrevista al diario conservador que la celebración será austera, sin la pompa y el espectáculo que rodeó la boda gay más famosa del reino, la de Elton John y David Furnish.

Tras hacer fortuna en los mercados de petróleo, Duncan entró en política a principios de los años noventa, cuando los tories vivían tiempos convulsos y renegaban de la homosexualidad como pecado nefando. En 2002, ya bien establecido como diputado, decidió salir del armario y desde entonces se ha convertido en el mayor activista del partido a favor de los derechos de los gays. Su contribución fue decisiva para conseguir que el Partido Conservador aceptara en 2005 la ley de reconocimiento de las parejas del mismo sexo impulsada por Tony Blair y luego no tuvo reparos en denunciar a los ayuntamientos controlados por su partido que boicoteaban su aplicación.

Pero asegura que nunca pensó que acabaría beneficiándose él mismo: "Nunca me imaginé compartiendo la vida con un compañero", asegura. Cree que homosexualidad y familia son palabras compatibles pero, aunque votó a favor del derecho de las parejas gays a adoptar niños, tiene serios reparos personales hacia la adopción. "Pero soy un libertario y voté a favor en el Parlamento para permitir que otros que tienen una opinión diferente a la mía puedan ejercer ese derecho", explica.

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