El carguero espacial, listo para la partida
Con el 'Julio Verne', Europa estrena su primera nave orbital y lleva suministros a la estación
El mayor vehículo espacial desarrollado en Europa (aparte de los lanzadores), el primer carguero que sale de las fábricas espaciales de todo el mundo en casi 30 años, el más complejo, por estar dotado de los últimos adelantos, todo es superlativo cuando se trata de describir el ATV, una nave de suministro para la Estación Espacial Internacional (ISS) que tiene previsto estrenarse esta semana.
Cuando se lance el próximo domingo desde la base espacial europea de Kourou, en la Guayana francesa -si no hay retrasos de última hora-, Julio Verne, el primer ATV, del tamaño de un autobús londinense de dos pisos (10,3 metros de longitud y 4,5 metros de diámetro) irá lleno de provisiones para la estación, donde están ahora tres astronautas. A bordo llevará todo tipo de mercancías (hasta 7,7 toneladas), como piezas de recambio, material para los experimentos, comida, ropa, carburante, aire y agua. Si fracasa la misión en cualquiera de sus fases será un gran disgusto para la industria espacial europea pero de ningún modo el final, porque la elevada dificultad intrínseca de los proyectos espaciales es conocida por todos.
Nunca antes ha atracado en una base un vehículo espacial europeo
La nave tiene el tamaño de un autobús londinense de dos pisos
A bordo llevará comida, carburante, recambios, agua y aire para la ISS
Con el ATV (vehículo automático de transporte, en sus siglas en inglés), que se empezó a desarrollar hace ya 15 años y a fabricar en 1998, Europa paga su contribución al mantenimiento de la estación y garantiza el derecho de uso continuado de ésta para los europeos. Lo hace proporcionando un vehículo de carga a Estados Unidos y los otros socios, que se añade a las Progress rusas, cuando está próxima la retirada de los transbordadores espaciales. "Esto nos convierte en socios al completo y en un miembro importante de la estación espacial y del espacio en general", ha declarado Jean-Jacques Dordain, director general de la Agencia Europea del Espacio (ESA). La inversión total europea en la base orbital es ya de unos 4.600 millones de euros.
El cohete Ariane 5 que lanzará el ATV está modificado para adaptarlo a su enorme carga, de 20 toneladas de peso, la mayor de la historia de la familia de cohetes europeos. El cohete debe situar el vehículo en una órbita baja, a 260 kilómetros de altura sobre la superficie terrestre. Durante 10 días, el ATV cambiará su órbita hasta una de transferencia, orientándose mediante su sistema autónomo de guiado por la situación de las estrellas y por la red GPS.
La maniobra de aproximación de ATV a la estación y su acoplamiento automático representan uno de los mayores retos de la misión, siendo la primera vez que un vehículo europeo realiza estas maniobras, informa la empresa Astrium. La ISS, de más de 200 toneladas de peso, viaja a una velocidad respecto a la Tierra de 28.000 kilómetros por hora en una órbita a 400 kilómetros de altura y 51 grados de inclinación respecto al Ecuador terrestre.
Una vez que el Julio Verne se encuentre aproximadamente a la misma altura de la estación, pero a unos 2.000 kilómetros por detrás, esperará a que llegue y se vaya el transbordador Endeavour, cuyo lanzamiento está previsto para el 11 de marzo. Luego, bajo la tutela del Centro de Control de ATV en Toulouse (Francia) ensayará las maniobras orbitales durante varios días. Este centro de control se estrenará en esta primera misión del carguero espacial y supone igualmente un desafío en las actividades espaciales europeas.
Finalmente, el 3 de abril, el ATV llegará a su cita con la maniobra de aproximación y atraque en la estación. Desde 3,5 kilómetros de distancia y por el sistema GPS, se aproximará al módulo de servicio ruso Zvezda, su lugar de atraque. Cuando esté situado a 249 metros de distancia y a una velocidad relativa de siete centímetros por segundo, Julio Verne entrará en contacto directo con el módulo mediante un sistema láser de videometría, denominado enlace de proximidad. El acoplamiento se realizará de forma automática y con una precisión de 1,5 centímetros. Tanto el centro de control como los astronautas de la ISS estarán pendientes para abortar la maniobra si en algún momento supone un peligro para la estación o para el carguero.
Concretamente, en esta misión se trasladarán a la estación 860 kilogramos de combustible, 270 kilogramos de agua y 20 de oxígeno. Además, 500 kilogramos de comida, 136 en piezas de repuesto para el laboratorio europeo Columbus, que llegó a la estación el mes pasado, 80 de ropa, así como objetos varios.
El Julio Verne permanecerá atracado en la estación hasta agosto. Cuando haga falta, se encenderán sus motores para elevar la base, que pierde altura paulatinamente, o para evitar un trozo de basura espacial. Luego, y lleno de desperdicios, se desatracará y se quemará en la atmósfera durante su reentrada.
A Julio Verne, cuyo contratista principal es Eads Space Transportation (Francia), le seguirán al menos otras cuatro unidades por parte europea, además de las que puedan ser encargadas por otros socios de la estación. Está previsto enviar cada año y medio un ATV, vehículo tres veces más capaz que las Progress rusas. Pero la ESA, además, considera que su nave de carga es un excelente concepto de base a partir del cual se podrían desarrollar diferentes vehículos espaciales, incluido uno para llevar astronautas.
Casi una decena de empresas españolas participan en este programa ATV, con contratos industriales por un valor total de 110 millones de euros, informa el Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI).
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