El dueño de Contsa pide representar a los acreedores
Más de 1.300 personas se dieron ayer cita en un hotel sevillano convocados por la inmobiliaria Contsa, declarada en suspensión de pagos. De ellos, más de 600 tienen invertidos su ahorros en la empresa. El presidente de Contsa, José Sala, que pagaba a sus inversionistas entre un 5% y más del 20% de interés por sus aportaciones, explicó a sus acreedores la situación de la empresa, y les propuso que se podría devolver el dinero invertido en cinco años y a plazos.
Su intervención duró algo más de media hora, y según comentarios de los presentes -la prensa no pudo entrar- hubo "aplausos y también murmullos". A su término Sala calificó la reunión de "fantástica", y dijo contar con el apoyo del 90% de sus acreedores. A ellos, les propuso, y lo va a hacer durante los próximos días oficialmente, que lo nombren a él representante de los perjudicados en la administración judicial decretada el 22 de febrero por el Juzgado de lo Mercantil de Sevilla.
"Sólo hay una solución que es vender los activos de la empresa. Pero hay dos formas de vender. Una que vendan los administradores judiciales y otra que vendan conmigo, que soy experto, conozco lo que hay, y voy a vender mejor", explicó Sala, que además de los dos salones para sus clientes y acreedores, alquiló un salón del hotel para atender a la prensa y unos cuantos guardaespaldas.
El empresario se mostró confiado en que existe patrimonio en la firma para pagar pero que para ello hay que vender y que el mercado está paralizado. Dijo que está seguro de que la auditoría judicial, pese a que "el mercado juega en nuestra contra", va a dar un saldo positivo de la empresa.
Concurso necesario
Por otro lado, Sala admitió que la declaración voluntaria de concurso de acreedores presentada por él el pasado 11 de febrero se realizó al tener conocimiento de que un acreedor había solicitado el concurso necesario casi un mes antes, el 17 de enero. "Ese lo hemos recurrido y mis abogados dicen que lo vamos a ganar", afirmó Sala, quien dijo sentirse traicionado por ese accionista-inversor, al que calificó de "amigo".
Por otro lado, Sala dijo a la prensa que ha recibido en estos días dos ofertas de compra de su empresa por un valor del 40%, e insistió en que todo su problema ha sido de liquidez. "Hay seis millones de euros pendientes de cobro. Esta semana o la próxima se va a ingresar un millón de unos locales. Si no se hubiera presentado el concurso hubieramos podido pagar y no hubiera pasado nada de esto", añadió.
Por último, Sala dijo que el máximo capital invertido por un acreedor es de aproximadamente un millón de euros, y que no hay nadie del mundo del corazón o de la farándula que sea acreedor. "Mi único contacto con ese mundo ha sido que le compré dos cuadros al padre de Jesulín de Ubrique", apostilló.
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