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La renovación de Adegi acaba en cisma

El consejo rector de la patronal guipuzcoana zanjará mañana la guerra declarada entre su nuevo presidente y el histórico secretario general

La patronal guipuzcoana no ha sabido hacer una transición tranquila y civilizada, como hubiera correspondido al colectivo de los empresarios, que siempre hizo del pragmatismo una virtud. En esta ocasión, ha actuado siguiendo patrones más propios de la confrontación política. La Asociación de Empresarios de Guipúzcoa-Adegi ha abierto un cisma en su seno y vive la mayor convulsión de sus treinta años de historia. Su presidente, Eduardo Zubiaurre, ha decidido iniciar un proceso de regeneración interna quitando de en medio a los dos empleados más cualificados de la casa, el secretario general, José María Ruiz Urchegui, y su adjunto, Arturo García, ambos con una dilatada y descollante trayectoria en la organización, y se ha encontrado con una enconada resistencia.

Zubiaurre critica el estilo de dirección "personalista y autoritario"
Ruiz Urchegui y García se niegan a aceptar su ceses en los cargos
La presidencia quiere potenciar la innovación y la competitividad

La fractura interna creada en la cúpula de la patronal amenaza con extenderse a las empresas asociadas, cuyo apoyo recaban las dos partes enfrentadas. El consejo rector de Adegi vive mañana una reunión decisiva, que tendrá consecuencias traumáticas para los protagonistas de la crisis.

La contienda está planteada de la forma más drástica y excluyente: o el órgano rector de la asociación empresarial ratifica el cese de Ruiz Urchegui y García, o dimite Zubiaurre. No hay solución intermedia, ni espacio para la reconciliación entre las partes.

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El gran chispazo del conflicto saltó el pasado lunes cuando el presidente de Adegi comunicó a los trabajadores de la patronal, a través de un correo electrónico, que había tomado la iniciativa de "abordar el relevo" de ambos ejecutivos.

En una carta de tres folios, Zubiaurre, elegido presidente a mediados de 2006, razona cuáles han sido los motivos que le han llevado a tomar esa decisión. Expone que "desde hace un tiempo" la patronal ha adolecido de "una clara falta de liderazgo" para "afrontar con éxito los retos de cada momento". Acusa a la secretaría general de actuar de forma "distante, ajena y desinteresada" con las personas que estaban bajo su responsabilidad. Y sostiene que en la última etapa ha imperado "un estilo de dirección personalista, autoritario y distante", que ha generado "un clima de malestar, desidia y hartazgo en buena parte del personal de Adegi".

Entre los argumentos que pone sobre la mesa para prescindir de Ruiz Urchegui y García, el presidente les achaca no haber sabido transmitir la labor realizada en áreas como AdegiFor, una fundación que promueve la formación de empresarios y trabajadores con fondos públicos y propios.

Añade Zubiaurre que AdegiFor es una "fuente importante de ingresos" para Adegi y que ha gestionado "grandes sumas de dinero", de las que "nunca hemos oído hablar en los órganos de gobierno", y que la fundación "ha sido liquidada sin que ni siquiera el presidente haya sido convocado a una sola reunión de su patronato".

En realidad, Eduardo Zubiaurre lamenta sobre todo la resistencia que han mostrado los dos ejecutivos para facilitar su relevo después de estar 25 años en Adegi. El presidente, de 46 años, un empresario de éxito con empresa familiar en Eibar, ya tenía prevista la sustitución de Ruiz Urchegui por José Miguel Ayerza, ex gerente del Kursaal donostiarra, que fue fichado en enero pasado para dirigir el departamento de Innovación y Competitividad. Considera Zubiaurre una "grave irresponsabilidad" que el secretario general y García "no hayan sido capaces de poner en marcha a tiempo un plan de sustitución ordenado".

Según algunas fuentes, Ruiz Urchegui pretendía controlar los ritmos del proceso y tener una participación determinante en la designación de la persona que fuera a ocupar tras él la secretaría general. Tanto Ruiz Urchegui como Arturo García se negaron a mantener un encuentro con el presidente para abordar el mal ambiente generado entre el personal y el anunciado "plan de sucesión de la secretaría general".

Todas estas cuestiones fueron debatidas el pasado martes durante la reunión que celebró el comité ejecutivo de la patronal. Fue un debate muy tenso, de seis horas de duración, en que quedó al descubierto la división existente en la cúpula empresarial. Salió adelante por escaso margen de votos la propuesta de destitución planteada por Zubiaurre, que se someterá mañana al veredicto definitivo del consejo rector, un formato reducido de la asamblea general formado por 40 personas.

En un comunicado que Ruiz Urchegui y García enviaron el pasado viernes, ambos evitaron responder a las acusaciones del presidente. Se niegan a aceptar los ceses acordados de forma "personal y unilateral" por parte de Zubiaurre y se someten al fallo del consejo rector. "No hay acuerdo posible, salvo la restitución en nuestros puestos de trabajo", sentencian.

Desde que se incorporó a la presidencia de Adegi, Zubiaurre, que pertenece a la siguiente generación de la que fundó la patronal en plena transición democrática, ha expresado su interés por distinguir a esta organización, darle un giro radical y convertirla en referente de lo que es el signo de los nuevos tiempos: competitividad, calidad, innovación y proyección internacional.

De ahí que entre sus prioridades haya figurado el relevo de quienes durante más de dos décadas habían dirigido Adegi en medio de una convulsa situación política. Una etapa definida porque el empresariado ha estado en el punto de mira del terrorismo de ETA y sometido a su permanente chantaje económico, como lo demuestran el atentado dirigido en 1996 contra Ruiz Urchegui, en el que perdió las piernas su chófer, y el asesinato, cuatro años más tarde, del presidente de Adegi, José María Korta.

Por eso, la forma abrupta en que se ha tratado de realizar este relevo pone en cuestión el deseo de impulsar valores como la calidad entre el empresariado guipuzcoano que declaró desde un principio por su presidente.

Adegi se encuentra desde el pasado lunes inmersa en una profunda polémica con la sombra de una división sin precedentes a la que tendrán que hacer frente los nuevos rectores que se hagan cargo de la patronal en función del resultado del plenario de mañana.

La patronal guipuzcoana

- Asociación de Empresarios de Guipúzcoa. Adegi es una de las tres patronales provinciales asociadas en Confebask. Agrupa a unas 2.000 empresas básicamente de la industria, la construcción, comercio y servicios. Fue constituida en 1977.

- El presidente. Eduardo Zubiaurre, nacido hace 46 años en Eibar, fue elegido su presidente en junio de 2006 por un periodo de tres años. Sustituía en el cargo a José Martín Echeverría. Estudió Económicas y Empresariales en Deusto y, tras trabajar inicialmente en Andersen Consulting, se integró en la empresa familiar del metal Jaz Zubiaurre, donde llegó a director general..

- Los destituidos. José María Ruiz Urchegui, de 61 años, ha sido durante dos décadas la cara más visible de Adegi, a cuya secretaría general llegó a principios de los años ochenta. Arturo García, de la misma edad, ha sido durante muchos años el encargado en la patronal provincial de tratar con los sindicatos sobre la negociación colectiva.

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