A la caza del 'cibervoto'

Algunos, como Eduardo Madina, lo aprovechan para dar a conocer su música preferida o comentar otros aspectos de la actualidad del cual no suelen hablar -"Ya te ha costado colega", escribió el número uno por Vizcaya del PSE en alusión a la retirada de Fidel Castro-. Otros optan por un tono más serio, como Regina Otaola, cabeza de lista del PP por Guipúzcoa, que lo utiliza para denunciar la situación de acoso que sufre en la alcaldía de Lizartza por parte de la izquierda abertzale. Raros son los incendiarios como Iñaki Anasagasti, candidato primero del PNV al Senado en Vizcaya, que prefiere "rascar un poco para hacerlo divertido" a tener uno "tan soso" como los que abundan en campaña electoral. Todos coinciden en que los blogs en política ya no son una mera nota a pie de página. Y en unas elecciones que se jugarán al milímetro, cualquier espacio de encuentro con los electores es relevante.

"Estoy casi segura de que a algunos se los escriben", dice Nerea Gálvez

"Yo lo tengo a titulo personal", explica Nerea Gálvez, número dos de EB en la lista al Congreso por Álava y bloguera practicante. Lo de la política es accidental para ella: de haberse dedicado a otra cosa también llevaría una bitácora abierta al público. "Además, para los políticos está muy bien este tipo de interlocución bidireccional: uno expone sus opiniones, pero los demás también proponen debates. Y así comunico con gente con la cual no me relacionaría nunca". ¿Todos los políticos escriben su propio blog? "No. Estoy casi segura de que a algunos se lo escriben. Blogeando sabes muy bien quién tiene interés y quién quiere aprovecharse electoralmente", confiesa la candidata.

"Es una manera fantástica de que los políticos rindan cuentas a los ciudadanos", explica Gorka Palacios, catedrático de Tecnología audiovisual de la UPV. "Les obliga a estar al día de lo que pasa, para poder debatirlo, y a rendir cuentas cuando algún cibernauta les plantea alguna cuestión comprometida". La desaparición de los intermediarios entre ciudadanos y representantes "será el futuro de la política", asegura Palacios, quien también resalta la importancia de tener un portal de encuentro colectivo que conecte los blogs afines entre sí. "En esto, los socialistas tienen algo de ventaja respecto a los demás", añade.

¿A cuántos indecisos puede convencer un blog? "Más bien pocos", reconoce Regina Otaola. "Los participantes suelen ser gente con ideologías definidas. Escribiría cuatro si con eso convenciese a algún votante más".

La cuestión para la mayoría consiste en crear una sensación de cercanía con los lectores desvelando pequeños detalles del día a día. "Lo que cuento es muy ligero, soy bastante espontánea", explica Nekane Altzelai, cabeza de lista de EA al Congreso por Guipúzcoa y una de las recién llegadas a la blogosfera. "Puede que la mantenga abierta después de elecciones, esto engancha", admite. Altzelai aún recuerda cómo el primer comentario de respuesta llegó cinco minutos después de escribir el artículo. "Es difícil de creer que haya gente permanentemente conectada a Internet leyendo esto".

En el blog de Eduardo Madina, una acalorada discusión en torno al derecho de los homosexuales suma más de 160 comentarios. "Los blogs son parte del futuro, esa dimensión nueva en tiempo real, en la que todo va más rápido, va a ser clave en este siglo. Y si se utiliza bien, la interacción puede ser buena para la política", vaticina Madina.

Uno de los decanos de la blogosfera política, Iñaki Anasagasti, empezó captado por una sobrina hace ya unos años. "Una vez conocí a uno de los que más comentarios me dejaba. Se me acercó cuando fui a votar a las elecciones del Athletic de Bilbao. Fue un momento algo incómodo", explica Anasagasti, uno de los más comprometidos con su bitácora en regularidad, convencido de que el futuro de la política está ahí. "Mis compañeros me miran como un bicho raro. Yo les digo que el bicho raro son ellos".