Un vídeo con vejaciones racistas subleva a Suráfrica
La grabación, hecha por universitarios, humilla a cuatro limpiadoras negras
¿Está Suráfrica lejos de ser la Nación del Arco Iris proclamada por Nelson Mandela? A juzgar por incidentes recientes, sí. El último, que tiene a Suráfrica sublevada y en la que no se habla de otra cosa, viene de la mano de cuatro estudiantes blancos de la Universidad del Free State, quienes, para mostrar su oposición a la integración racial en las residencias del campus iniciada este año, grabaron un vídeo en el que se ve a cuatro limpiadoras comiendo de rodillas una especie de estofado, sin saber que uno de los estudiantes había orinado en él.
Los universitarios, de la residencia para blancos Reitz, engañaron a las mujeres, -alguna de entrada edad-, para hacerlas correr en la pista de atletismo o competir bebiendo cerveza, lo que también se ve en el vídeo, cuajado de comentarios como, "al final, esto es lo que pensamos de la integración", "érase una vez que los boers vivían felices aquí en la isla de Reitz hasta el momento en que los menos aventajados -un eufemismo utilizado para describir a la población negra- descubrieron la palabra integración en el diccionario".
El vídeo, en el que ninguno de los jóvenes tiene problemas para enseñar sus caras, fue filtrado primero a la prensa, -al parecer por una novia ultrajada- y posteriormente emitido en la cadena privada e-tv el pasado martes. El miércoles, la Universidad, una de las más antiguas del país y con el correspondiente historial de sólo para blancos del apartheid, decidió suspender las clases.
La policía tuvo que detener a cinco participantes en una manifestación de repulsa del vídeo durante el intento de la multitud de asaltar la residencia Reitz. El video fue grabado el pasado mes de septiembre y dos de los cuatro estudiantes responsables ya finalizaron sus carreras. Los otros dos fueron inmediatamente expulsados, aunque todos ellos deberán enfrentarse a la justicia. Su respuesta, ayer, fue que todo fue una actuación, que no orinaron en el estofado sino que sólo lo parece, piden perdón por lo sucedido y aseguran ser amigos de los empleados humillados.
Este no es el único incidente racial vivido en Suráfrica últimamente: la semana pasada, por ejemplo, el Forum de Periodistas Negros también causó polémica al expulsar a dos periodistas blancos de una reunión con el presidente del Congreso Nacional Africano (ANC), Jacob Zuma, tan sólo por ser blancos.
Hace un mes un joven de diecisiete años, Johan Nel, de Swartruggens, en la provincia del North West, sin razón aparente y armado con un rifle, se dirigió al gueto de Skielik y sin mediar palabra se lió a disparar. Mató a cuatro personas, entre ellas un bebé de tres meses. Se sospecha que Nel pudo actuar motivado por los asaltos y robos a agricultores blancos ocurridos en la zona.
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