"Ya estoy, con los tacones puestos"

"¡Javier se ha acordado de nosotros, de su familia de cómicos! ¡Nos ha dedicado el Oscar!". El grito triunfal de actores y directores españoles se extendió en la madrugada del domingo por el teatro Infanta Isabel, donde se celebraba una fiesta simultánea a la entrega de los premios en Los Ángeles.

En esta sala, Pilar Bardem protagoniza La sospecha, cuya función fue suspendida para que pudiese viajar y acompañar a su hijo. Todos los presentes, cerca de 100 personas entre artistas, escritores y amigos de la familia, cruzaban los dedos para que la matriarca llegara a tiempo a la gala que ellos seguirían a través de una pantalla gigante instalada en el primer piso del teatro. Entre los invitados se encontraban la escritora Lucía Etxebarría; la directora de La sospecha, Natalia Menéndez; otra actriz de esta obra, Diana Palazón, y compañeros de profesión como Arturo Arribas, Antonio Zabalburu, Emma Ozores, Marisa Paredes, Tina Sainz y Lorena Berdún.

La actriz llegó a Los Ángeles justo a tiempo para asistir a la ceremonia

Se oyó el "... and the Oscar goes to Javier Bardem" y el paroxismo fue total

"Pilar estaba ayer muy nerviosa porque no sabía si se retrasaría el vuelo, vía Francfort, o tardaría con los registros en aduanas. Creo que tiene que aterrizar a las doce de la noche, que allí son las tres de la tarde. Va un poco ajustada", calculaba el actor Juanjo Cucalón, compañero de reparto en La sospecha. Los amigos sabían que la Bardem tendría que maquillarse en pleno vuelo -"esperemos que no tengan turbulencias", bromeaban algunos-, y que bajaría del avión a la carrera. Después la esperaba un taxi a contrarreloj por las calles de Los Ángeles hacia el hotel de Javier, donde se vestiría para acudir juntos y acompañados por su otro hijo, Carlos, a la alfombra roja.

A las 0.15, hora española, llegó un mensaje de texto: "Ya estoy, con los tacones puestos". Y la noticia se extendió a voz en grito: "¡Pilar lo ha conseguido! ¡Ha llegado a tiempo y ya está vestida!". "Aunque no gane el Oscar no importa, porque el estar allí y que nosotros podamos compartirlo desde aquí es algo histórico", señalaba Palazón, horas antes de conocer el veredicto. En boca de todos estaba el recuerdo a Juan Antonio Bardem, tío del actor, que en 1959 fue el primer español candidato a los Oscar por La venganza, como mejor película en habla no inglesa. Tampoco se olvidaban los asistentes del compositor Alberto Iglesias, designado por la banda sonora de The Kite Runner.

A partir de las tres de la madrugada, los corrillos y las copas entre amigos por los rincones del local se fueron concentrando ante la pantalla de televisión. Cuando se escucharon las candidaturas a mejor actor de reparto hubo gritos de "¡Guapo!" para Bardem y abucheos disimulados para sus contrincantes. Luego se oyó el "... and the Oscar goes to Javier Bardem" y el paroxismo fue total entre los actores en el Infanta Isabel: aplausos y aullidos mientras el actor besaba a su madre, subía los escalones del escenario, Pilar Bardem se emocionaba en su butaca a medio metro de Jack Nicholson y se escuchaban las ya célebres palabras: "Mamá, esto va por ti, por los abuelos Rafael y Matilde. Va por los cómicos de España que llevaron la dignidad y el orgullo a nuestro oficio".

Los asistentes a la fiesta se sintieron aludidos por esas palabras. "Es emocionante este homenaje que ha hecho a su familia, que somos los cómicos de este país, a esta raza maltratada de supervivientes", señalaba la actriz Tina Sainz entre lágrimas. Y por ello los supervivientes de la noche se sentían también ganadores del primer Oscar en manos de un actor español: "Javier Bardem somos todos", repetían.