Chaves llama a castigar al PP el 9-M "hasta que aprenda" a no mentir

Más que razones para votar al PSOE, razones para castigar en las urnas al Partido Popular. Animado por una asistencia espectacular al velódromo de Dos Hermanas (Sevilla), Manuel Chaves utilizó ayer un tono inusualmente duro contra su principal adversario en el mitin central del PSOE en Andalucía. "Tienen que lamentarse de su derrota hasta que aprendan... hasta que aprendan", añadió, "a respetar y dejen de decir mentiras". Pareció que el socialista trataba al PP como si fuera un animalito asilvestrado.

Chaves quería ayer calentar el ambiente y le pidió a su equipo de campaña algunas ideas para lanzarlas en el mitin. La de "lamentarse de la derrota hasta que aprendan" era una de ellas. No hay ninguna razón estratégica para subir el tono, según afirman personas de su equipo, más que la de "dar caña" en el mitin. El único motivo de preocupación que días atrás ha inquietado al PSOE han sido los datos de un sondeo del Instituto Opina que atribuía la menor distancia entre el PSOE y PP en las elecciones legislativas a una caída del voto socialista en Andalucía, unos datos que no se han vuelto a repetir. Andalucía aporta 61 diputados al Congreso. En 2004, 38 fueron del PSOE y 23 del PP. Los socialistas creen muy difícil mantener esa diferencia, que se consiguió al producirse una alta participación, y estiman que pueden perder al menos dos.

Los socialistas andaluces volvieron una vez más a hacer una demostración de fuerza orgánica al llenar el recinto nazareno con personas llegadas en cientos de autobuses desde todos los puntos de Andalucía. Las previsiones de las organizaciones provinciales se desbordaron y, por ejemplo, desde Granada las peticiones para asistir al mitin de Sevilla obligaron a pasar de 45 autobuses contratados a más de 90. Alrededor de 20.000 personas siguieron ayer en directo al líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, y a Chaves, quien hoy reducirá drásticamente su agenda de actos públicos (tan sólo tiene uno) para preparar el debate que celebrará mañana martes con los candidatos del PP, IU y PA en Canal Sur. En el PSOE, sin embargo, no se habla de este debate. El debate no es ése, sino el que celebrarán hoy Zapatero y el líder del PP, Mariano Rajoy.

El candidato socialista a la reelección como presidente de la Junta enumeró una serie de razones por las que el PSOE "tiene" que ganar el 9 de marzo y la mayoría de ellas consistieron en argumentos para ir a votar en contra del PP. "No podemos consentir que se instalen en el poder unos integristas que desprecian a tantos tipos de familias tan dignas como lo son las cristianas. Basta ya de limitar los derechos de las personas por su opción sexual".

Otro argumento es que "no se merecen" estar en el Gobierno responsables políticos que han llamado a los andaluces "adocenados e indolentes" porque "son unos insolidarios".- "No podemos consentir que se instalen en el poder unos integristas"

.Y otro motivo que facilitó es que "no pueden volver al poder" los que "quitaron" dinero a Andalucía por la financiación autonómica". Chaves, que momentos antes había dicho que tenían que vencer "convenciendo", dejó en un segundo plano las propuestas de su partido para los próximos cuatro años, aunque hubo un hueco para ellas.

Zapatero, recibido con gritos de "a por ellos, oe, oe, oe", levantó los primeros aplausos nada más admitir que se sentía orgulloso de que el que fuera presidente del Gobierno durante 14 años, Felipe González, "esté sudando la camiseta" en esta campaña, con más mítines que cuando pedía el voto para él.

El candidato a la Moncloa vino a justificar la ausencia de González en el acto de ayer en que "estará dando un mitin por ahí", pero sentado en la primera fila tenía a Alfonso Guerra, número uno al Congreso por Sevilla, que no figuraba en la lista de oradores. "Tenía que intervenir una mujer", fue la explicación que dio el PSOE. La mujer fue la consejera de Salud y número dos al Parlamento andaluz, María Jesús Montero, que subió después del alcalde de Dos Hermanas, Francisco Toscano, y el secretario general del PSOE de Sevilla, José Antonio Viera. Montero se erigió como "autoridad sanitaria", como si fuera la OMS, para "advertir que el PP tiene una patología que no tiene remedio".

Zapatero no dejó pasar la oportunidad para apelar "al orgullo legítimo de Andalucía de haber dado tantas veces una mayoría al partido socialista", una situación que, en su opinión, se volverá a repetir.