James Orange, confidente de Martin Luther King
Fue un campeón de los derechos de la minoría negra
El reverendo James Orange falleció el sábado pasado, precisamente en un momento con el que siempre soñó: cuando un afroamericano está casi a las puertas de la Casa Blanca. Orange se pasó la vida luchando por los derechos civiles de la minoría negra y fue amigo, confidente y aliado de Martin Luther King en los años sesenta.
Medía casi dos metros y pesaba más de 130 kilos. Era un gigante comprometido con la no violencia. Cuando fue a los suburbios de Chicago para tratar de rehabilitar a jóvenes pandilleros, sufrió nueve palizas. No respondió ni con un solo puñetazo.
Con ese estoicismo, fue uno de los líderes que desveló la segregación y las miserias del sur de Estados Unidos. "Estuvo en el lugar adecuado para luchar contra las opresiones adecuadas", dijo de él en el funeral el reverendo Jesse Jackson. Orange fue encarcelado en Alabama en 1965 por perturbar el orden público. Se le acusaba de inscribir a jóvenes analfabetos negros para votar. Entonces había una serie de restricciones electorales que impedían el derecho al voto a una gran cantidad de ciudadanos negros. Los analfabetos tampoco podían ejercer este derecho. En una protesta por el encarcelamiento de Orange, un policía de Alabama mató de un tiro al manifestante Jimmie Lee Jackson.
Ello atrajo a Alabama a líderes de los derechos civiles como King, Jim Bevel, Rosa Parks y Hosea Williams, que organizaron las conocidas tres marchas de Selma a Montgomery. En la primera, el 7 de marzo de 1965, la policía del Estado y agentes del condado de Dallas causaron un baño de sangre conocido como Domingo Sangriento.
Durante la tercera marcha, King pronunció su conocido discurso "¿Cuánto tiempo? No mucho", en el que dijo que su intención no era "derrotar o humillar al hombre blanco, sino ganar su amistad y comprensión". Orange se encontraba en el aparcamiento del Motel Lorraine de Memphis cuando James Earl Ray asesinó a Martin Luther King de un tiro en la cabeza en 1968.
"La solidaridad es nuestro modo de vida", dijo en una entrevista en los años sesenta. Éste era el principio vital de Orange, nacido en 1942 en Alabama. Entre 1965 y 1970 fue coordinador en la Conferencia de Líderes Cristianos del Sur, una organización de derechos civiles de Estados Unidos. En los setenta se mudó a Atlanta, Georgia, donde trabajó para el sindicato AFL-CIO. A parte de su trabajo como sindicalista, dedicaba sus horas extras a luchar contra el racismo y la segregación en Suráfrica. En sus últimos años, intentó crear grupos de colaboración entre organizaciones de derechos civiles para los afroamericanos y latinos.
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