Llamazares vuelve al mundo real

Se acabó la precampaña del Gaspi virtual en Internet, los vídeos -polémicos o no- para captar el cibervoto joven. Comienza la campaña en tierra firme, y Gaspar Llamazares, el candidato que más se ha paseado por la Red en estas últimas semanas, va a dejarse la piel en un recorrido por 12 ciudades con un objetivo: evitar que el llamamiento al voto útil del PSOE ante el avance del PP en las encuestas produzca una fuga de votantes de IU.

La escisión del partido en Valencia hace peligrar uno de los cinco escaños

"No sólo pretendemos conservar los cinco diputados que tenemos: queremos aumentar la representación para ser decisivos en la próxima legislatura. Hay que transmitir la idea de que el voto útil, si se quiere un Gobierno de izquierdas, es el voto a IU", explican en el equipo de Llamazares.

El candidato arrancó anoche su campaña con un mitin en el antiguo Matadero de Legazpi, en Madrid. Hoy estará en Zaragoza, donde IU es el único partido que se opone al proyecto Gran Scala, un megaparque temático con 32 casinos y 70 hoteles que 12 inversores extranjeros van a levantar en pleno desierto de los Monegros.

Izquierda Unida es la tercera fuerza política en número de votos: 1.284.000 logró en las elecciones generales de 2004 (el doble que ERC, el triple que el PNV, casi medio millón de votos más que CiU). Pero, por arte y gracia de la ley electoral -que castiga a los partidos que se presentan en todas las circunscripciones pero no son mayoritarios en ninguna- ese apoyo ciudadano se traduce en apenas cinco escaños en el Congreso (mientras que ERC tiene ocho; el PNV, siete; CiU, 10).

En estos comicios Llamazares pretende conservar sus cinco diputados (dos por Madrid, uno por Valencia y dos que le aporta Iniciativa per Catalunya) y rascar alguno más, quizá en Sevilla y Madrid.

La empresa no es fácil, sobre todo porque en dos de las plazas clave -Valencia y Sevilla, ambas federaciones muy críticas con Llamazares- IU ha sufrido fortísimas crisis internas que pueden llevar a la división o el desencanto de los militantes. El conflicto más traumático es el valenciano: allí, una parte de la formación se ha escindido y, capitaneada por la hasta ahora diputada de IU Isaura Navarro, ha montado un partido propio -Iniciativa del Poble Valencià- que concurrirá con el Bloc y los Verdes al 9-M. La paradoja es que los candidatos oficiales de IU en Valencia -para los que Llamazares irá a pedir el voto- pertenecen al sector crítico con él (vinculado a la dirección del PCE), mientras que Navarro era del sector afín al coordinador. El escaño está en el aire.