Una novela evoca la lucha entre liberales y absolutistas

Fernando VII es uno de esos personajes históricos que suscitan una unanimidad negativa casi total. Su fe absolutista, opuesta a cualquier apertura política, y la saña con que persiguió a los liberales todavía se recuerdan como una herida. Las raíces de las dos Españas tienen un retrato preciso en el reinado de Fernando VII. La novela Hijos de Padilla (Sílex), de Arsenio Moreno Mendoza, desarrolla su trama en esa época.

Sebastián de Villacieros, protagonista de la novela, es un burgués lleno de fe en la libertad y el progreso. "Hijos de Padilla es una novela basada en un personaje de existencia real. Descubrí una documentación inédita en el Archivo de Úbeda sobre una persona que gozó de cierta fortuna en el siglo XIX. Se trata de Cristóbal Jurado [Villacieros en la novela], un personaje de Úbeda cuyo recuerdo fue borrado por los conservadores. Jurado fue abogado y capitán en la Guerra de la Independencia. En este documento del Archivo de Úbeda se le acusa de miliciano, de liberal exaltado y de pertenecer a sociedades secretas", explica Moreno, que es profesor titular de Historia del Arte en la Universidad Pablo de Olavide, en Sevilla.

"Jurado es un personaje romántico que cree firmemente en la utopía de la libertad como proyecto personal. Es un ególatra y un visionario que renuncia a su estatus social para llevar una vida de penalidades y combatir a Fernando VII, su enemigo feroz. La guerra de 1820-1823 es una guerra civil en la que se fraguan las dos Españas. Por una parte, la España conservadora, inmovilista y aferrada a sus privilegios; por otra, la España modernizadora y liberal. Ambas Españas son elitistas y operan al margen del pueblo y el país real, que evoluciona social y económicamente", concluye el autor.