El AVE se estrena puntual y con un 60% de pasaje
"Odio el trato en el aeropuerto", explicaba un viajero que eligió el tren
La azafata desliza un cotilleo junto a la puerta del tren. "Nos habían dicho que venían Esperanza [Aguirre] y Montilla [José], pero yo no los veo", revela. Sólo es un rumor. Ni la presidenta de la Comunidad de Madrid ni el de la Generalitat dan señales de vida. Ningún acto oficial para inaugurar el primer recorrido del AVE Madrid-Barcelona, con dos trenes que partieron de forma simultánea a las 6.00 de las estaciones de Atocha y de Sants y que llegaron a su destino antes de lo previsto. Las máximas autoridades fueron los presidentes de Adif (Antonio González) y Renfe (José Salgueiro), en la estación de Barcelona. En el tren, el director de Alta Velocidad de Renfe, Abelardo Carrillo.
El viajero más joven era Nil, de tan sólo siete meses
El primer AVE a Barcelona, con 400 butacas, transportó a unos 160 viajeros, de los que 50 eran periodistas acreditados. En el recorrido inverso se despacharon 250 billetes, 100 para informadores. Renfe indicó a última hora que la ocupación media del servicio, con 34 trenes en total, fue del 60%.
A las 6.01 arrancó el tren a Barcelona. Fue un madrugón que algunos afrontaron con gusto. "Simplemente había que estar en este viaje", señala Natalia de la Torre, de 38 años, que trabaja en una empresa de señalización de vías y defiende que el AVE resulta "más cómodo" que el avión, donde "ni siquiera te dejan llevar una botella de agua y te obligan a facturar por llevar un cortauñas".
Nada más salir, los primeros viajeros se acercaron a la cafetería, donde un único empleado no daba abasto a poner cafés a 1,40 euros o desayunos con bollería por 2,30. Las clases preferente y club incluían dos opciones de desayuno gratis. El primer reparto de viandas comenzó aún de noche, cuando a través del cristal sólo se veía una mancha negra. Y sin embargo, el convoy avanzaba alcanzando los 300 kilómetros por hora. De ahí que el trayecto entre Barcelona y Tarragona (101 kilómetros) se cubriera en 26 minutos y de Tarragona a Lleida (99 kilómetros) en 17 minutos.
Ventura Blanco y Sara Oviedo, de 37 y 28 años, viajaron en clase turista de Madrid a Barcelona por motivos de trabajo. Es un itinerario que repiten dos veces al mes. Ayer decidieron desterrar el avión. "Odio el trato en el aeropuerto, donde hay que quitarse hasta los zapatos", sentenció él. Sólo una demanda: "Espero que pongan wifi". En el tren se puede trabajar con el ordenador, pero para navegar hace falta una tarjeta propia de conexión a la Red. En el trayecto Barcelona-Madrid, el pasajero más joven era Nil. Tiene siete meses. Iba con sus padres de turismo y parecía contento. Para la mayoría de los viajeros consultados, las dos ventajas del tren son comodidad y puntualidad que, en el estreno, estuvo por encima de lo previsto.
En el tren que partió de Madrid hacia Barcelona a las 15.00 se coló un grupo de canadienses que se dirigían a Sevilla. Hubo dudas sobre si el convoy pararía en Guadalajara para dejarlos. No hubo suerte: tuvieron que viajar hasta Barcelona porque ese tren no hace paradas.
Viaje con el AVE
- Oferta. Renfe ofrece 34 trayectos (17 por sentido) entre Madrid y Barcelona diariamente. De ellos, 15 son directos, sin paradas en estaciones intermedias.
- Intervalo. El intervalo de salidas es de entre 30 y 60 minutos.
- Horarios. La primera salida se produce a las seis. La última, a las nueve
- Precios. La tarifa en turista es de 162,15 euros en el trayecto sin paradas. Renfe oferta una tarifa web de 40 euros que se debe reservar con 15 días o más de antelación y exclusivamente por Internet.
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