El PNV polemiza con los socialistas sobre las inversiones del Estado en infraestructuras

El PNV y el PSE han abierto un frente de discusión acerca de la implicación del Gobierno central en las principales infraestructuras del País Vasco durante los últimos cuatro años. El presidente del PNV de Vizcaya, Andoni Ortuzar, reprochó ayer a los socialistas su "falta de interés" con proyectos como la Y vasca ferroviaria, los puertos y aeropuertos o el túnel del Serantes.

Ortuzar se fue a Santurtzi junto al candidato peneuvista al Congreso por Vizcaya, Josu Erkoreka, porque representa un "caso paradigmático" de la falta de inversiones de Madrid. Puso como ejemplo el "retraso" que se está produciendo en la construcción del túnel ferroviario del Serantes, aún en ejecución. Recordó que la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, prometió en 2005 que los trabajos estarían acabados en 2007.

Erkoreka, por su parte, se refirió a la red de alta velocidad que se construye en Euskadi. Dijo que su partido va a exigir al nuevo Gobierno que "concluyan las obras con seriedad, con rigor, en tiempo, sin retrasos y, por favor, sin chapuzas como en Cataluña". Los dirigentes nacionalistas exigieron la transferencia de los trenes de cercanías de Renfe al Ejecutivo autonómico, así como la gestión de los puertos y los aeropuertos.

En respuesta a las críticas del PNV, la candidata al Congreso del PSE por Vizcaya, Arantza Mendizabal, afirmó que Ortuzar "no puede darnos lecciones de cómo defender los intereses de Euskadi en Madrid". A través de un comunicado, agregó que el presidente de BBB "parece no tener memoria o se olvida de que ha sido un Gobierno socialista y los socialistas quienes diseñamos e impulsamos" el proyecto de la Y ferroviaria. También recordó que "fue un lehendakari del PNV quien, con sus pactos con los abertzales radicales en el pasado, acordó una moratoria sobre esta infraestructura".

Respecto al retraso en las obras del túnel del Serantes, matizó que se debe a los "obstáculos" que ha puesto el Ayuntamiento de Ortuella, en manos del PNV.