"Nos complicamos la existencia"

El enfado en la grada del Calderón se trasladó a sus dirigentes. Así se le hizo saber al propio Javier Aguirre en la conferencia de prensa. Al técnico del Atlético le preguntaron por unas declaraciones del presidente, Enrique Cerezo, afirmando que, si seguía jugando como ante el Athletic, el equipo no lograría ni entrar en la Copa de la UEFA. "Un cabreo entendible", dijo Aguirre, "pero un cabreo que compartimos todos los que estamos en este barco. Cerezo siempre da la cara y tiene la misma esperanza que todos en lograr los objetivos marcados".

Lo cierto es que Aguirre pudo haber sido víctima de su propio mensaje. El mexicano declaró el sábado que el partido era "fundamental para mantenerse en los puestos de la Champions", algo que, con los pinchazos del Espanyol y el Villarreal, había conseguido el Atlético incluso antes de saltar al campo. La oportunidad era otra: colocar un colchón de cinco puntos sobre el Espanyol, el quinto. Y no se aprovechó. "Yo también estoy disgustado", explicó Aguirre; "hicimos muy buen juego en los cinco o diez primeros minutos, pero después nos pusimos nerviosos".

"Yo no pierdo la ilusión. Quedan muchos partidos", advierte el mexicano

"Hemos jugado bien, pero también en Zaragoza, y perdimos", relativiza Caparrós

Aguirre apostó por una alineación ofensiva. Confió en Jurado para acompañar a Raúl García. La última vez que lo hizo fue en A Coruña y los rojiblancos vencieron (0-3) con un gol del ex madridista. La historia esta vez fue otra. Aunque el Atlético salió como un vendaval y logró un gol a los cinco minutos. Aguirre quiso encontrar una causa al desmoronamiento posterior. "Nos pusimos nerviosos", insistió; "después del descanso, además, cuando intentábamos recomponernos para empatar, vino la expulsión de Raúl García".

El entrenador permaneció todo el encuentro de pie, en la banda, gesticulando ante las decisiones del árbitro. Pero no culpó de la derrota a Medina Cantalejo: "Me dicen que el segundo gol de ellos pudo ser ilegal. Pero hemos sido nosotros los que nos hemos complicado la existencia. No hemos presionado demasiado". Sin embargo, quiso ser optimista: "Yo no pierdo la ilusión. Quedan aún muchos partidos. Hay que seguir peleando".

Otro problema de Aguirre fue no poder contar con Reyes como pretendía en el segundo tiempo. El andaluz sufrió un mareo, posiblemente a causa de un bajón de azúcar, y tuvo que recibir asistencia médica.

Joaquín Caparrós, su homólogo del Athletic, se mostró satisfecho, pero sin llegar a la euforia: "El jugador debe mantener el equilibrio. Cada domingo hay un partido distinto. Esta victoria se queda aquí y ahora hay que intentar conseguir la tercera seguida, contra el Villarreal". En ese sentido, aludió a "la tremenda igualdad" que existe en la zona baja de la tabla, aunque los leones se colocan a cinco puntos del descenso gracias a la derrota del Deportivo frente al Recreativo.

Caparrós no quiso olvidarse del juego desplegado por su equipo: "Hemos jugado bien, pero también hicimos un buen partido la semana pasada en Zaragoza a pesar de la derrota".

El Athletic no ganaba fuera de San Mamés desde diciembre, cuando se impuso por 0-3 al Valencia. Y no marcó a domicilio en los cuatro últimos encuentros. La mejor cura para los de Caparros fue la defensa atlética con los regalos especialidad de la casa.

Caparrós encontró un socio a Llorente en la punta del ataque, Aduriz, y colocó a Yeste en el interior izquierdo para buscar el perfil flojo del zurdo Antonio López. Una apuesta por el fútbol y por el control del balón. "El Atlético venía de jugar un partido de la Copa de la UEFA, el jueves, y queríamos meter ritmo al partido", apuntó. Para lograrlo tiró de la juventud de Susaeta en detrimento de Etxeberria, que ayer regresaba a una convocatoria tras mes y medio lesionado: "Futbolistas como él o Javi Martínez no habían jugado nunca en este estadio. Este triunfo puede incrementar su autoestima".