El Racing se le atraganta al Villarreal

En la mejor temporada que se le recuerda, el Racing se le atragantó al Villarreal. En parte, por la solvencia del equipo de Marcelino; en parte, por el mal fario de Rossi, que erró un penalti. Luego, en el minuto 89, Iturralde González le anuló un gol al entender que lo había marcado en fuera de juego. Lo estaba Cazorla, pero no intervenía en la jugada.

A falta de goles, lo que quedó claro es que los dos clubes aspiran a algo grande. De intenciones loables, bien dirigidos desde el banquillo y notables en sus formas, con un característico toque de delicadeza el Villarreal y con rigor táctico el Racing, se neutralizaron y se restaron efectividad. Los dos aspiran a algo grande. Un único punto consiguieron.

La filosofía del Villarreal es innegociable a partir de la confección de una plantilla con futbolistas a los que no se les puede pedir otra cosa que no sea creatividad y pragmatismo. De agradecer es contar con entrenadores que no pervierten y oscurecen las facultades que cada jugador lleva dentro. A Pirès o Cazorla no se les puede pedir devoción defensiva, que falseen su identidad.

Pero a veces resulta perjudicial tanta alegría en el ataque. Como comprobó el Racing a la media hora, cuando se encontró con una contra soñada, con cuatro jugadores en el área de Diego López, al que sólo acompañaba Ángel, tras ejecutar mal los amarillos una jugada de estrategia en la que todo el mundo se sumó al ataque. Ayoze inicio el contragolpe y lo concluyó de mala manera para desespero de sus tres acompañantes.

Esas pequeñas o grandes diferencias marcan el destino final de los equipos. Marcelino, que no cuenta en nómina con jugadores dotados de excelente técnica como los del Villarreal, maneja la misma ideología que Pellegrini, demostrando que un equipo con menores pretensiones no tiene por qué realizar un juego indigno.

En la temporada pasada quedó patente por la trayectoria del Recreativo. En la actual, con el Racing, ha reforzado la teoría, aunque para ello se requiera un aliño de esfuerzo y solidaridad entre todos los componentes del conjunto. Marcelino sabe transmitir tales valores a los suyos.

Villarreal 0 - Racing 0