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Reportaje:COYUNTURA INTERNACIONAL

El problema del ladrillo

El crecimiento de Irlanda se ralentizará este año hasta el 3%

La economía irlandesa atraviesa por un periodo de incertidumbre. Un reciente informe de la agencia de clasificación de riesgo Moody's indica que el país está mucho más expuesto a los riesgos externos que otras economías del continente. El modelo de crecimiento irlandés se basa en el comercio exterior, en la inversión extranjera y últimamente en la construcción, tres de los ámbitos más afectados por la actual crisis económica mundial.

El panorama no es alentador si se tiene en cuenta que los dos principales socios comerciales de Irlanda -Estados Unidos y Reino Unido- navegan por aguas turbulentas, bordeando la recesión en el caso del primero, y que además el euro se encuentra en cotas históricas de cotización en relación con el dólar, perjudicando la competitividad internacional de cualquier economía que comercie con países que se encuentren fuera de la eurozona.

Está en mejor posición que sus países vecinos por el bajo nivel de deuda pública, la situación demográfica y el sistema de pensiones
La construcción representa el 12% del PIB irlandés y en la última década se ha convertido en el motor de su crecimiento

El efecto de las 'subprime'

El tercer elemento de esta incertidumbre es la construcción, un factor interno que ya representa el 12% del PIB y que en esta última década se ha convertido en el motor del crecimiento económico irlandés y de su consumo interno. La crisis de las hipotecas subprime podría afectar con más fuerza a un país en el que ya se comienza a notar una caída en el empleo del sector. En diciembre se registró una caída anual del 6,4%, frente al 5,4% de noviembre. La construcción emplea aproximadamente a 270.000 personas en Irlanda.

A escala nacional el empleo también se ha visto perjudicado. El último informe de la Comisión Europea indica que durante 2006 Irlanda junto con España y Reino Unido serán los únicos países de la Unión Europea en que aumentará el desempleo. En Irlanda pasará desde un 4,5% hasta un 5%. La media de Europa para este año se podría situar en el 6,7%. Frente a este escenario las previsiones de crecimiento en 2008 no son nada halagüeñas.

Los analistas hablan de un 3% y los más pesimistas de un 2%, una cifra considerada insuficiente en un país que el año pasado elevó su PIB en un 4,8% y que en 2006 lo hizo en un 5,6%. El ritmo medio de crecimiento de la economía irlandesa ha sido del 5% en los últimos 10 años. Otras preocupaciones vienen por el lado del equilibrio fiscal, que este año podría registrar déficit por primera vez desde el año 2002. El año pasado se registró un superávit del 1,2%.

Algunas fortalezas

No obstante, los mismos analistas advierten que este panorama no es tan grave como puede parecer en un primer momento. El mismo informe de Moody's recuerda que Irlanda está en una mejor posición que muchos de sus vecinos por su bajo nivel de deuda pública -que se encuentra cercana al 25% del PIB-, su favorable situación demográfica y su desarrollado sistema de pensiones. Incluso algunas previsiones de bancos locales indican que la economía se recuperará hasta alcanzar un ritmo de mejora del 3,7% en 2009 y el 4,4% en 2010.

Y es que con todo y a pesar de su evidente ralentización, Irlanda sigue siendo uno de los países más dinámicos del continente. En los noventa tenía un PIB per cápita que apenas llegaba a los 5.000 dólares. En la actualidad éste alcanza los 45.000 dólares. Los logros también han venido en materia de empleo, pasando desde una tasa de desempleo del 14,4% hasta el 5% actual. En las últimas dos décadas se ha duplicado su PIB, situándose actualmente en 180.000 millones de euros.

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