Puertas al campo
PALACIO DE ARENALES, un hotel en un antiguo cortijo a las afueras de Cáceres
Primero fue el Ávila Golf;luego, el toledano Palacio Eugenia de Montijo, y ahora, el Palacio de Arenales, en las afueras de Cáceres. La expansión inmobiliaria del grupo Fontecruz anega de pocería hotelera el territorio peninsular sin que parezca a salvo ninguna capital de provincia con interés histórico-monumental. Granada puede ser la próxima. Todas con proyectos cinco estrellas acaparadores de atención local, a cual más amanerado, a cual mayor pastiche arquitectónico.
El hotel cacereño adopta la estructura de un cortijo en la antigua finca de verano de los Golfines -una familia muy principal en la ciudad-, de la que apenas se conservaban las caballerizas, parte de la casa madre y unas dependencias posteriores con vistas al olivar. El arquitecto José Ramón Zorita tuvo que sufrir lo indecible para transformar estas ruinas en un hotel con entrada desde el spa.
PALACIO DE ARENALES
Categoría oficial: 5 estrellas. Carretera N-521, km 52,100, margen derecho. Cáceres. Teléfono: 927 62 04 90. Fax: 927 62 04 91. Internet: www.palaciodearenales.com. Instalaciones: jardín, 'spa', piscina exterior, salas de convenciones para 400 personas, salón de estar, comedor. Habitaciones: 46 dobles con calefacción, aire acondicionado, teléfono, minibar, secador de pelo, albornoz, carta de almohadas, habitaciones para no fumadores. Servicios: algunas habitaciones adaptadas para discapacitados, no admite animales domésticos. Precios: todo el año, 120 euros + 7% IVA; desayuno incluido. Promoción Salud y Belleza, con dos circuitos hidrotermales y habitación para dos personas, 180 euros + 7% IVA. Tarjetas de crédito: American Express, Diners Club, Eurocard, MasterCard, Visa, 6000.
Arquitectura ... 4
Decoración ... 7
Estado de conservación ... 8
Confortabilidad habitaciones ... 7
Aseos ... 5
Ambiente ... 5
Desayuno ... 4
Atención ... 7
Tranquilidad ... 8
Instalaciones ... 6
Pero no, no es una originalidad, sino la consecuencia de una caprichosa vertebración del aparcamiento en un plano inferior que canaliza todo el movimiento hacia la instalación termal. En medio del equívoco, uno está obligado a arrastrar el equipaje por el adoquinado y husmear entre puerta y puerta dónde demonios se encuentra la recepción. Otra bicoca es circular por el interior hasta dar con las habitaciones, tan enrevesada parece la planta del edificio.
Menos mal que la acogida es amable, aunque distante, por parte de un equipo aún en rodaje. El atrezo a cargo de la firma KA International suaviza, con sus telas Toulouse crudo, sus sofás Sufolk y las butacas Brandon, tanto empacho de historicidad mural, de arquitectura ampulosa. Igual que Luis Gordillo, Bonifacio Alonso y Darío Basso ponen con sus grabados el contrapunto contemporáneo a los pasillos y las zonas comunes. Esta tesitura es más evidente en las 46 habitaciones, entarimadas de madera, tapizadas en colores terrosos e insonorizadas al tráfico de la N-521, que raya unos cigüeñales inanimados. Los baños huelen a limpio, aunque la cosmética sea de baja calidad y la ducha reduzca sus emociones a una bañera estrecha con mampara.
Para aguarse con mejor fundamento, el spa ofrece 700 metros cuadrados con sauna, hammam, duchas Vichy, salas de relajación con colchones térmicos y cabinas para recibir masajes revitalizantes o sesiones de fangoterapia. Un pasadizo oliente a cocina conduce hacia los dormitorios. Desde aquí, el acceso a la piscina exterior promete vistas a la llanura cacereña. Lástima que este mirador natural se vea afeado por la zona de servicios del hotel (depósitos, basuras, propano...), como si no hubiera otro lugar para situarla en las 26 hectáreas que posee la finca.
ALREDEDORES
A tres kilómetros del hotel, Cáceres, declarado en 1986 patrimonio de la humanidad, ofrece uno de los cascos medievales y renacentistas más importantes de España, con monumentos únicos, como la iglesia concatedral de Santa María, las casas de los Golfines de Arriba, el palacio de los Ovando, la torre de Bujaco, el arco de la Estrella o las iglesias de San Juan, San Mateo y Santiago. El pintor ecuatoriano Guayasamín tiene una casa-museo dedicada a su obra (Ronda de San Francisco, s/n; 927 24 16 13). Cáceres ostenta un galardón que la sitúa entre los grandes conjuntos monumentales de Europa.Para comer, el restaurante Atrio (teléfono 927 24 29 28) luce dos estrellas Michelin y posee una de las cartas de vinos más reputadas de Europa, con 748 referencias. Otros restaurantes recomendados son El Figón de Eustaquio (927 21 43 62), Oquendo (927 21 11 32) y Torre de Sande (927 21 11 47).
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