El Ayuntamiento se niega ahora a dejar las licencias a los arquitectos
La propuesta del colegio profesional declina asumir responsabilidades jurídicas
Si, pero no. La luz verde dada en diciembre por el alcalde de Madrid para que un colegio profesional como el de los Arquitectos asuma la emisión de licencias de obras se convirtió ayer en luz roja. Paloma Sobrini, decana del Colegio de Arquitectos de Madrid (COAM), había mostrado por la mañana la disposición de su colegio a poner en marcha, en el último trimestre de 2008, una oficina que informará, en seis semanas y media, los proyectos arquitectónicos de obras, remodelaciones o rehabilitaciones presentados a los ayuntamientos. Perseguía de tal manera dejarlos listos y acelerar su licencia municipal para poder acometerlos.
La propuesta, extensible a los 179 municipios de la región, se plantea reducir las demoras de autorizaciones de edificación en las que los consistorios incurren que se prolongan como media 23 meses y perjudican sobremanera a promotores y colegiados.
Pero la proposición del COAM precisa que los informes de la futura oficina colegial "serán voluntarios y no presentarán problemas legales ni de responsabilidad jurídica, pues comprometen sólo al promotor", como dijo Sobrini.
Estos son los dos aspectos que el Ayuntamiento de Madrid menciona para rechazar el proyecto de oficina del COAM. "Al ser voluntaria la certificación propuesta por el Colegio de Arquitectos, se crearían dos categorías de promotores, cosa que queremos eludir a toda costa", explica Juan Bravo, concejal de Hacienda del Consistorio de Madrid. "Además, el Colegio de Arquitectos no acepta asumir las responsabilidades derivadas de sus propios dictámenes al respecto".
Desde diciembre en que el alcalde formulara su oferta, María Jesús Fraile y Cayetano Prieto, por parte de la Concejalía de Hacienda, han mantenido tres reuniones, y una el propio Juan Bravo, con la directiva del Colegio de Arquitectos, dice el concejal. "En todas las reuniones les advertimos de que no compartíamos su modelo". Por la mañana, en conferencia de prensa, Sobrini había destacado que el Ayuntamiento se mostraba "encantado" con la oficina colegial.
Ya por la noche, tras las declaraciones de Juan Bravo, la decana Sobrini dijo mostrarse "asombrada" por el rechazo del Ayuntamiento a su fórmula.
Por otra parte, Sobrini había confirmado antes que la licencia para edificar la nueva sede del COAM en las Escuelas Pías de la calle de Hortaleza (ver EL PAÍS de 9 de febrero) expira el 20 de marzo. Por ello, dijo, acometerá su construcción la empresa FCC, a la que COAM se apresta a vender su sede de la calle del Barquillo, 12, por la que le ha ofrecido 40 millones de euros. La futura sede será una concesión municipal por 75 años. De los 100 asistentes a la última Junta de Representantes (el parlamento del Colegio, 33 se opusieron a este tipo de venta. "Nos deja sin patrimonio colegial y, en plena crisis inmobiliaria, es muy arriesgada", dicen varios consultados.
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