Vecinos de Pontevedra reúnen fondos para pleitear contra el realojo de familias gitanas
La tensión y el enfado generalizado se dejaron sentir en la asamblea celebrada el lunes por los vecinos de Monte Porreiro, para decidir su estrategia a fin de expulsar de este barrio pontevedrés a las tres familias gitanas procedentes del poblado chabolista de O Vao (Poio). Además de convocar tres manifestaciones, los vecinos están dispuestos a aportar dinero para iniciar un contencioso si la Administración no resuelve el asunto a su favor.
Más allá de todas las medidas legales, los afectados dejaron claro que harán lo que sea necesario para impedir que los realojados permanezcan en la zona, donde habitan alrededor de 4.000 vecinos. "Yo soy el primero para lo que haga falta", decía uno de ellos. "Esto es una guerra", añadía otro.
El alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, remitió ayer sendas cartas a la Subdelegación del Gobierno, pidiendo que se garantice la seguridad en la zona, y a la Consellería de Vivenda, para que se tenga en cuenta la "extraterritorialidad" del realojo en Pontevedra por parte del Ayuntamiento de Poio.
Un millar de personas se acercó hasta la Casa de Cultura, situada a escasos metros del inmueble de los realojados y con capacidad para no más de 500. Muchos vecinos llegaron con carteles con mensajes como "¡no a la droga!" o "¡los impuestos los pagan los currantes, las casas se las dan a los mangantes!". Hubo descalificaciones para el alcalde de Pontevedra, al que le reprocharon "no dar la cara", y para el de Poio.
El vicepresidente de la Xunta, Anxo Quintana, explicó que está realizando gestiones con los alcaldes de Pontevedra y Poio, ambos del BNG, para encontrar "la mejor solución". Quintana no quiso valorar la actuación de Fernández Lores e insistió en que la Xunta está realizando un trabajo continuo para conseguir la erradicación del chabolismo y la integración. "Hay que pensar en las familias que deben tener una vivienda en condiciones e integrarse en la sociedad", concluyó el vicepresidente, informa J. L. Estévez.
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