Nueva York estudia aplazar la compra de Energy por Iberdrola

El juez administrativo encargado de cursar la autorización del regulador de Nueva York (New York Public Service Commission, PSC) a la compra de Energy East por parte de Iberdrola ha recibido un requerimiento de los técnicos del organismo para que aplace el visto bueno a la operación, a la espera de que se aclare el posible interés de EDF y ACS por la eléctrica española.

"El posible cambio en la propiedad de Iberdrola hace que se desconozca la identidad de los propietarios últimos de Energy East", aseguran los servicios técnicos en su solicitud remitida al juez administrativo el pasado 5 de febrero.

El de Nueva York es el último escollo regulatorio para la adquisición de Energy East, valorada en 6.400 millones de euros (3.400 millones de activos y otros 3.000 millones de deuda). Aunque el resto de los reguladores estatales ya han dado el visto bueno a la operación, el de Nueva York se enfrenta a un expediente más complejo, ya que en ese Estado se encuentra la única planta de generación de Energy East, de 550 megavatios (MW). Los abogados de Iberdrola y de la propia Energy East han rechazado la solicitud de aplazamiento, que consideran "innecesaria", ya que "no ha habido ninguna oferta ni propuesta ni acuerdo alcanzado para comprar acciones o tomar el control" de la eléctrica española.

Daños colaterales

Iberdrola denunció también ayer que las especulaciones y rumores "interesados" sobre una posible oferta pública de adquisición (OPA) por parte de grupos energéticos europeos (EDF o E.ON) y de la constructora ACS están causando "daños colaterales" a los planes de expansión internacional del grupo. Pese a que la eléctrica mantiene "intactos" los planes de inversión previstos en su plan estratégico, con inversiones de 24.000 millones en tres años, Iberdrola cree que las especulaciones podrían retrasar operaciones importantes para el crecimiento del grupo.

Por otra parte, la eléctrica comunicó ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que va a ofrecer a sus empleados, por cuarto año consecutivo, la posibilidad de destinar parte de su retribución variable anual a la compra de acciones de la compañía, con un límite máximo de 12.000 euros por persona.

El número máximo de títulos para cada empleado será el correspondiente a dividir 12.000 euros entre el precio de cotización de cierre de la acción correspondiente a la sesión bursátil de la fecha de pago de la retribución variable, en marzo de este año. Entre 2005 y 2007, los empleados de Iberdrola aumentaron su participación en el capital en un 0,13%.