Una finca de la familia de Pons sextuplica el valor al ser recalificada

La única urbanización que se construye actualmente junto al pantano de Beniarrés (292 residencias de unos 300 metros cuadrados cada una) se basa en un pelotazo y tiene conexiones singulares. La familia de Esteban González Pons, cabeza de lista del PP por Valencia en las elecciones del 9 de marzo, sextuplicó el valor de esa finca que poseía en Planes (El Comtat) al venderla en julio de 2004 gracias a la recalificacion de los terrenos que emprendió el Ayuntamiento. En el momento de la venta de esa propiedad, perteneciente a una comunidad de bienes de su madre y otros familiares, González Pons era consejero de Cultura y Educación de la Generalitat Valenciana. Cuando se aprobaron los últimos trámites de la urbanización, en 2007, era titular, precisamente, de la cartera de Territorio y Vivienda.

Los herederos de Guillermo Pons Ibáñez, abuelo de Esteban González Pons, vendieron una finca agrícola que aquel había adquirido en 1953 (siete parcelas de 403.070 metros cuadrados) en la partida del Mas de la Foia, en el término de Planes, una semana después de que el Ayuntamiento, gobernado por el PP, aprobara al promotor, el empresario Carmelo Vicens Ash, su propuesta para urbanizar la zona, en total 471.000 metros cuadrados. El precio de venta, según la escritura depositada en el Registro de la Propiedad de Cocentaina el 7 de julio de 2004, fue de 721.214,53 euros. No obstante, dos días más tarde se corrigió el precio de la operación, en este caso al alza, y quedó fijado en 901.518,46 euros.

En una tasación realizada en 1997 por encargo de Pons Ibáñez Comunidad de Bienes, los terrenos fueron valorados en 24,7 millones de pesetas (148.000 euros). Por tanto, en 2004 se vendió el terreno por seis veces más dinero. La urbanización, que está ubicada a orillas del pantano de Beniarrés, se publicita como La Joya de Planes y coincide prácticamente, a excepción de otra pequeña parcela, con la finca de la familia Pons Ibáñez.

González Pons, a preguntas de este diario, descartó ayer la existencia de un "pelotazo" en esa operación. "Se vendió como suelo rústico", señaló. "Pertenecía a mi madre y a todos sus primos y no tenían ni idea de que se podía recalificar". Sobre el hecho de que la venta esté registrada con posterioridad a la aprobación provisional del plan por el Ayuntamiento, explicó que su familia hizo la venta "dos años antes con contrato privado y, como el comprador seguramente no pagó todo el precio, la inscribió más tarde". González Pons añadió que el Mas de La Foia ya no era de su familia cuando se formalizaron los últimos trámites en su periodo como consejero de Territorio."Se vendió cuando yo no me dedicaba al urbanismo. Hacía cuatro años que lo habían vendido", aseguró ayer González Pons, quien puntualizó que a su madre solo le corresponde "una quinta parte de una vigésima parte" del proindiviso que dejó su tío y que abarca, además del Mas de la Foia, muchas otras propiedades, sobre todo en la comarca de La Marina.

Con todo, las intenciones de transformar para uso residencial la finca del Mas de la Foia, en Planes, arrancan por lo menos de 1999, cuando la Comisión Territorial de Urbanismo desestimó la modificación de las normas subsidiarias de la localidad en un punto que preveía "la creación de un poblado de segunda residencia de lujo". Al final, en 2000, esas normas subsidiarias establecían como criterio a tener en cuenta, ante eventuales cambios de planeamiento tendentes a reclasificar suelo, que se redactara un nuevo Plan General de Ordenación Urbana si se trataba de una revisión importante de usos o intensidades. Pero las normas puntualizaban: "la implantación, en cambio, de un cámping o poblado residencial con fines turísticos, al margen del actual casco urbano, requerirá que se respeten los suelos de protección especial reseñados en los planos, no permitiéndose su urbanización. Deberá ubicarse por lo tanto en suelo agrícola común de escasa calidad, previos los trámites reclasificatorios pertinentes. Deberá adaptarse al entorno, evitando los grandes movimientos de tierra, los vertidos a cauces sin depurar y las edificaciones mayores de dos plantas". Todos esos criterios cuadran perfectamente con la urbanización denominada La Joya de Planes.

La Comisión Territorial de Urbanismo aprobó en marzo de 2005 la modificación del Plan Parcial del Sector Mas de la Foia, solicitado por Vicens Ash Inversiones, SL, para reclasificar en residencial una superficie de 471.171 metros cuadrados, que el planeamiento vigente calificaba como suelo no urbanizable. Pero hasta febrero de 2007 la secretaria autonómica de Territorio y Vivienda, Cristina Serrano, no declararía definitivamente aprobado ese plan tras efectuarse unas correcciones de errores. En aquel momento, González Pons era consejero del área.

Las determinaciones del Plan Parcial contemplaban la construcción de un máximo de 300 viviendas con parcela mínima de 800 metros cuadrados, altura máxima de dos plantas y edificabilidad máxima sobre parcela de 0,1922 metros cuadrados. Las medidas compensatorias eran la creación de un parque público de 89.686 metros cuadrados, el cuidado y mantenimiento de la franja de 100 metros de protección en torno al pantano, que queda fuera del sector, y la restauración del edificio central Mas de la Foia, que se entregaría al Ayuntamiento de Planes.

Durante el periodo de exposición pública se presentaron dos alegaciones que fueron desestimadas. Las obras de urbanización están paralizadas desde el pasado septiembre, informa Lucía Gadea. Según una fuente del Ayuntamiento de Planes, la empresa promotora Vicens Ash, SL, no ha encontrado el crédito suficiente para llevar a cabo las obras, que precisaban de una inversión de 8,2 millones de euros. El agente urbanizador ha promovido los chalés en ferias españolas e internacionales.