Gracias, señor Cañete
Estimado señor Cañete, muchas gracias por sus palabras. Hasta hoy no había tenido la oportunidad de escuchar algo tan alentador como que "los camareros de hoy no son como los de antes"; gracias por recordarme que llegué hace 13 años a España (procedente de Venezuela), que soy publicista y tuve que empezar cuidando niños, limpiando casas y sirviendo cafés y tostadas en un bar. Es una lástima que no tuviera la oportunidad de servirle uno a usted.
Desde el primer día en España he tenido los mismos derechos que cualquier ciudadano español (excepto el de votar, qué bueno que hoy sí lo tengo; ya sé por quien no votaré), he cumplido mis deberes como ciudadana, no he necesitado de un contrato que me haga cumplirlos.
En fin, yo no le exigiré que pida disculpas por sus palabras xenófobas, ni necesito que el presidente del Gobierno lo haga por usted. Si tenía alguna duda de hacia dónde van las directrices del Partido Popular, usted me la ha dejado muy clara. Gracias.
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