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Reportaje:

El dividendo vuelve a brillar

La caída de la Bolsa provoca que la retribución al accionista recobre protagonismo en las estrategias de inversión

Se cumplió el guión: el Banco Central Europeo (BCE) optó esta semana por mantener los tipos de interés oficiales del área euro en el 4%. Las Bolsas, incluida la española, reaccionaron con pesimismo a este anuncio -se habían creado falsas expectativas después de que el Banco de Inglaterra rebajara en un cuarto de punto los suyos-. La decisión del BCE ha servido pues para añadir nuevas incertidumbres a los mercados de valores, lo que se ha traducido en un repunte de la volatilidad y en caídas adicionales de la mayor parte de los valores cotizados.

El pésimo arranque de año que vive la Bolsa, sin embargo, ha supuesto un importante repunte de la rentabilidad por dividendo de muchas acciones. Quien tome a los precios actuales posiciones en valores como Telecinco, Banco Santander, BBVA, Endesa, Banco Popular Español, Banesto, Criteria Caixa, Fomento de Construcciones y Contratas, Repsol, Telefónica o Bolsas y Mercados Españoles (BME) obtendrá teóricamente -es necesario que los beneficios que obtengan estas compañías cumplan las expectativas- unos rendimientos vía dividendos superiores al 5%, no sólo este año sino también el que viene.

Dentro del Ibex 35 hay 11 compañías cuya rentabilidad por dividendo a los precios actuales supera la barrera del 5%

También en Europa

El atractivo del dividendo no se ciñe sólo a España. Entre los principales valores del Euro Stoxx 50 (índice donde cotizan las mayores compañías del área euro) se pueden encontrar al menos una veintena de empresas que, vía dividendos, aseguraría en el futuro unos rendimientos por encima de los que se podrían obtener si te tomaran posiciones en el bono alemán a 10 años, que es el que se utiliza como referencia de comparación. Este selecto grupo está compuesto por Fortis, Enel, ING Groep, Intesa Sanpaolo, Aegon, Crédit Agricole, Renault, ENI, UniCredito Italiano o Deutsche Telekom. Sus acciones, a los precios actuales, ofrecen una rentabilidad por dividendo, superior al 6%.

Con estos datos en la mano surge una pregunta: ¿son más atractivas estas acciones que la renta fija cuyos tipos de interés rondan el 4%? Los expertos opinan que no siempre. Para Patricia García Sánchez de la Barreda, de Banco Urquijo, está claro que la actual coyuntura de mercado, en la que prima la incertidumbre, los riesgos económicos, y las rebajas en las expectativas de beneficios, "obliga a invertir en valores defensivos, menos expuestos a las turbulencias del mercado". Uno de los factores que determinan esta menor exposición es precisamente la rentabilidad por dividendo, que se ha convertido en un factor determinante de selección pues, en muchos casos, ha pasado a ser muy atractiva. "No obstante, no debemos olvidar que la política de inversión basada en las rentabilidades por dividendo implica un doble riesgo: por un lado, la pérdida de valor en el principal de la inversión [valor de las acciones] y, por otro, la posible rebaja en la expectativa de pago de dividendos, pues éstos están muy ligados a la generación de flujos de caja de las compañías".

Es, por tanto, a juicio de Sánchez de la Barreda, imprescindible ponderar, en cada caso, la rentabilidad por dividendo esperada por el riesgo intrínseco de cada compañía: valorar expectativas de beneficios, capacidad de generación de caja, ratio de endeudamiento, política de dividendos... "Con ello tratamos de minimizar el riesgo de caídas en las cotizaciones y de maximizar la expectativa de pago de las compañías".

Para Marian Fernández, gestora de renta variable en Banco Inversis, en la fase actual de volatilidad e incertidumbre plantearse tomar posiciones en Bolsa exclusivamente siguiendo el criterio de la rentabilidad por dividendo es algo "desaconsejable", sobre todo si el horizonte temporal de la inversión es relativamente corto. Desde Inversis no aconsejan esta estrategia por dos razones: la primera porque existe el riesgo de que los valores sigan perdiendo posiciones, "y entonces, aunque se obtenga una alta rentabilidad por dividendo también se pierde capital"; la segunda, porque no está claro en la situación económica actual "que las compañías tengan en el futuro la misma capacidad de generación de beneficios".

La fiscalidad sí importa

El vigente IRPF consagra para todo tipo de rendimientos financieros un tipo único del 18%. Pero, en el caso del cobro de dividendos, rige una particularidad: los primeros 1.500 euros están exentos siempre y cuando las acciones se hayan mantenido desde dos meses antes y hasta dos meses después de la fecha del cobro del cupón. Es esta particularidad, que se justifica porque los dividendos son beneficios repartidos que previamente han tributado por el impuesto de sociedades, la que hace que la fiscalidad, a efectos prácticos y en relación con el inversor, sí importe.

Si, por ejemplo, se invierten en acciones 10.000 euros y se obtienen, vía dividendos, 500 euros, no habrá impuestos que pagar y, a la hora de presentar la declaración, Hacienda devolverá la retención practicada: 90 euros. Si esos mismos 10.000 euros se colocan en un título de renta fija que genera unos rendimientos igualmente de 500 euros, éstos tendrán un coste fiscal de 90 euros. Para compensar esta diferencia, habría que exigirle al título de renta fija una rentabilidad adicional a la del dividendo. En este caso, en lugar del 5% real que ofrece el dividendo debería dar un 6,09% nominal para que, tras impuestos, quedara en el 5% real.

Si se invierten en acciones 40.000 euros y se obtienen, vía dividendos, 2.000 euros, habrá que pagar a Hacienda 90 euros. Si esos mismos 40.000 euros se colocan en un título de renta fija que genera unos rendimientos igualmente de 2.000 euros, éstos tendrán un coste fiscal de 360 euros. De nuevo, habría que exigirle al título de renta fija una rentabilidad adicional a la del dividendo. En este caso, debería ser del 5,82%. Es decir, cuanto mayor es el volumen de dividendos percibido, menor es el rendimiento adicional que se le debe exigir al título de renta fija.

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