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Ultraderechistas y antifascistas se manifiestan a la vez en el centro

Ambas protestas duraron cerca de una hora y se saldaron sin incidentes

"¡Pregúntale a otro!", respondía indignado uno de los 300 jóvenes antifascistas que se concentraron ayer ante la sede del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM). La pregunta de la discordia era si tenían constancia de una contra manifestación de ultraderechistas, a la misma hora, las seis de la tarde el mismo día, sábado, y en el centro. Ambas, autorizadas por la Delegación de Gobierno.

Madrid Antifascista convocó a los suyos para protestar por la autorización de actos xenófobos, como la marcha de Democracia Nacional del 20 de enero en contra de la inseguridad ciudadana, que hacía referencia a "esa escoria venida de tierras lejanas". La Delegación de Gobierno la prohibió por racista, pero el TSJM la autorizó.

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"Ninguna agresión sin respuesta"

Los jóvenes, la mayoría de estética red skin, corearon: "¡Ilegalizad Democracia Nacional!" y "¡No sobran inmigrantes, sobran fascistas!". Al finalizar, leyeron un comunicado que acusaba al TSJM de autorizar "actos de partidos neofascistas".

El Cuerpo Nacional de Policía, una vez disuelta la concentración, acompañó a los manifestantes hasta Recoletos.

El extremo opuesto al antifascismo, la ultraderecha, estaba a unos dos kilómetros, en el paseo de la Castellana, a la altura de la plaza del Doctor Marañón. Una manifestación convocada por Nación y Revolución reunía a otras 300 personas. La mayoría, jóvenes rapados. Las banderas españolas se mezclaban con las de la organización fascista Combat España, con las del régimen franquista y con cruces célticas, uno de los elementos gráficos de la ideología neonazi.

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La marcha fue tranquila. A mitad de camino algunos manifestantes gritaron "viviendas de negro, del color de su dinero". La organización les chistó y enmudecieron. Siguieron las proclamas a favor de una vivienda asequible, que era el tema central de la manifestación. "Yo quiero un pisito, como el del principito" fue la más coreada. En las pancartas de cabecera y laterales: "un español, una vivienda".

"Somos hitlerianos" afirmaba uno de los componentes de la marcha. "Somos nazis" aseguraba otro, sin dudar, justo antes de negar la existencia del holocausto judío. Sus partidos políticos afines: Democracia Nacional y España 2000. También Nación y Revolución, que ayer anunció que pretende presentarse a las elecciones en ciertas provincias.

La manifestación concluyó en el Ministerio de Vivienda, donde leyeron un discurso sobre la venta de pisos en España. También se refirieron a la concentración antifascista: "Esos energúmenos se manifiestan para que nos quiten nuestros derechos y libertades", proclamó el portavoz de Nación y Revolución. Tras la marcha: "¡Viva España!", "¡Viva Franco!", brazos en alto y dispersión.

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