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Crónica:Copa del Rey de baloncesto
Crónica
Texto informativo con interpretación

La Penya explota

La garra, el repertorio y la velocidad del Joventut funden al Madrid, que jugó los últimos minutos sin Bullock

Robert Álvarez

La Penya, como en los viejos tiempos, rápida, explosiva, depredadora, fundió a un excelente Madrid y se plantó en la final de la Copa, que le enfrentará hoy al anfitrión, el Tau. La semifinal fue sublime. El DKV Joventut se salió con la suya porque cuenta con jugadores con talento y determinación, porque jugó con un punto más de velocidad que el Madrid y llevó el juego a su terreno. Ricky, Rudy, Jagla, Sonseca, Mallet, sensacional, dieron cuenta de un Madrid que extrañamente jugó los últimos minutos sin Bullock.

El Madrid se lanzó a tumba abierta, con un ataque muy abierto y lanzamientos a discreción desde larga distancia. Cuando no concluía Smith lo hacía Bullock, ambos muy certeros. Su ataque agujereó a la defensa del Joventut, frita a base de triples. Y en defensa, todo lo contrario. Corrió a base de bien el Madrid para tapar todos los huecos. En principio, sólo Ribas se escapó de la tela de araña. Los pívots del Madrid se multiplicaron en apoyo de los aleros y en salvaguarda del aro. Lo consiguieron.

REAL MADRID 76 - DKV JOVENTUT 81

Real Madrid: Raül López (4), Bullock (20), Smith (19), Hervelle (4) y Sekulic (0) -equipo inicial-; Pelekanos (3), Reyes (14), Mumbrú (10), Tunçeri (0) y Llull (2).

DKV Joventut: Mallet (16), Ribas (7), Rudy Fernández (13), Barton (5) y Popovic (2) -equipo inicial-; Jagla (15), Rubio (6), Hdez.-Sonseca (12), Laviña (5) y Moiso (0).

Árbitros: Hierrezuelo, Gª Ortiz y Conde. Excluyeron por personales a Jagla (m. 37).

9.500 espectadores en el Fernando Buesa Arena.

1º CUARTO: 28-20

2º CUARTO: 18-24

3º CUARTO: 15-24

4º CUARTO: 15-13

El Madrid voló amparado en su dominio del rebote. Abrió hueco (26-15). El Joventut reaccionó (29-28) gracias a sus vertiginosas transiciones y robos de balón, a una defensa en zona que descolocó al Madrid y a una buena serie de Mallet. Entonces entró en escena Felipe Reyes, demoledor en los pocos minutos del segundo cuarto que estuvo en la pista. Le dio aire al Madrid. Pero el Joventut no paró hasta pagar con la misma moneda: los triples. Ocho sumaron cada equipo, una barbaridad. El toma y daca fue precioso. Los jugadores se expresaban con generosidad en ataque. Bullock fue una pesadilla para la defensa del DKV, pero Rudy fue entrando en calor a medida que transcurrían los minutos.

El juego resultó precioso, sin tregua. Se atacaba con decisión, con rapidez, con fuerza, tanta que no había jugador que no saliera magullado, de lo trepidantes e intensas que eran las acciones, del cuerpo a cuerpo entre atacantes y defensas en que solía concluir cada posesión. Los árbitros tuvieron que hilar fino. Por si no fuera suficiente, el Joventut redobló la velocidad de las transiciones. El Madrid le vio la apuesta pero milésimas aquí, ligeros retrasos allá, el Joventut se salía con la suya (50-59).

Plaza puso en pista a su quinteto más correcaminos, Llull incluido y con Mumbrú jugando de cuatro, y una disposición defensiva en zona. Logró igualar de nuevo el marcador, pero no el desarrollo de los acontecimientos, manejado por la Penya, con Jagla y Mallet en el papel de matadores en el partido. Al Madrid le pudo el vértigo de las últimas acciones, en las que Mumbrú y Felipe Reyes acabaron hechos un lío, en un terreno resbaladizo en el que Rudy y Ricky se desenvuelven de maravilla, territorio de la Penya.

Jagla pugna con Pelekanos y Mumbrú.
Jagla pugna con Pelekanos y Mumbrú.EFE
Los blancos siguen sin triufar en la Copa del Rey, y el Joventud explota llegando a la final, donde se encontrará con el TauVídeo: ELPAIS.com

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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