Cava en apoyo del doctor Montes y el Severo Ochoa

Pasaban unos minutos de las dos del mediodía cuando el anestesista Luis Montes salió del hospital Severo Ochoa, donde trabaja. En la puerta le esperaban unas 300 personas, convocadas por IU, PSOE y CC OO. Dos horas antes, el consejero de Sanidad, Juan José Güemes, había pisado el mismo suelo. Pero a él nadie le respaldó. Montes, en cambio, se llevó un buen abrazo colectivo. Había personal sanitario, sindicalistas, políticos, vecinos. Vestido con su pijama de trabajo, enteramente de verde, Montes sonreía con la satisfacción del que sabe que la razón, la de los tribunales de justicia, está de su parte. La gente rompió a aplaudir y Montes se emocionó. El médico más conocido del Severo Ochoa se dejó fotografiar con paciencia, y dio la mano a todo el que quiso.

Gaspar Llamazares, coordinador general de IU, abrazó a Montes. Y cargó contra el PP: "En democracia sólo hay tribunales de justicia. No hay tribunales de honor", dijo. "El PP comete desacato", añadió, "al no aceptar el auto que exculpa a los médicos". Las portavoces de IU y PSOE en la Asamblea, Inés Sabanés y Maru Menéndez, respectivamente, también estuvieron en el Severo. Menéndez aseguró que no pararían en sus protestas y movilizaciones "hasta que se restituya a los profesionales", aunque señaló, no obstante, que el PP "es incapaz de rectificar". Los compañeros del médico represaliado abrieron botellas de cava y brindaron por el auto de la Audiencia Provincial, en el que se dice que no hubo mala praxis en el Severo Ochoa. Poco antes, el ex consejero de Sanidad, Manuel Lamela, había dicho en la cadena SER: "No hay que rectificar nada, ni pedir perdón a nadie, salvo a los pacientes". El ex consejero obvió una vez más la presunción de inocencia de los médicos, a pesar del auto judicial, que Lamela interpreta a su manera. Porque su tesis es que no se ha podido demostrar. "No se pueden hacer las autopsias porque la mayoría de los cadáveres están incinerados o han fallecido hace tiempo". Montes dijo a este periódico: "No tengo miedo".

Tres ancianas aseguraban: "Este hombre tiene una gran humanidad. Los cuidados paliativos deben darse. Si los necesitásemos un día, los querríamos. Hay que evitar el sufrimiento". Fernando Soler, médico del Severo Ochoa, lo resumía: "Aquí no se mató a nadie. Se ayudó a bien morir. Algo que por cierto no está pasando ahora". Las movilizaciones en favor del Severo Ochoa y la sanidad pública no paran. El próximo 14 de febrero habrá una manifestación a las 18.30 en Leganés que finalizará en el hospital.