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Reportaje:

"El fútbol no tiene sentido sin diversión"

Josep Maria Fusté, ex medio del Barça y campeón de Europa con España en 1964, y Bojan Krkic, el delantero que aspira a ser el internacional más joven, charlan para EL PAÍS sobre su pueblo, la selección y el juego actual

En medio del Pla d'Urgell, Linyola es un pueblo de 2.500 habitantes célebre por sus caracoles. En materia de fútbol, se hizo famoso porque allí nació Josep Maria Fusté (1941), medio durante diez años del Barça y campeón de la Eurocopa de 1964 con España.

Bojan: "Muchas cosas me salen sin pensar. Si piensas en el área, pierdes décimas" Fusté: "Porque juegas como en el pueblo. El mediocre lo piensa. No, señor: ¡chuta!"
Bojan: "He visto fotos suyas. En Linyola hay muchas. Pero nunca un vídeo o un DVD" Fusté: "Claro, ¡no existían, 'nano'! Yo no era malo, pero coincidí con Suárez"
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Varias décadas después, Linyola ha recuperado su protagonismo al ser la cuna de Bojan Krkic, el delantero azulgrana de 17 años que mañana espera debutar con la selección en el partido amistoso de Málaga contra Francia -Silva abandonó ayer la concentración por una lesión. Si supera una gastroenteritis, Bojan puede convertirse en el internacional español más joven de la historia. Medio siglo separa a Fusté y Bojan. Les une su pueblo y una manera idéntica de entender el fútbol.

Fusté. ¡Chaval! ¡Felicidades!

Bojan. Muchas gracias.

F. Dale recuerdos a Luis. Somos buenos amigos.

Pregunta. Fusté, ¿cuánto hace que conoce a Bojan?

F. ¿Cuántos años tienes?

B. 17, voy a hacer 18 este año.

F. Pues 17 para 18. Desde que nació. Le he visto crecer.

B. Yo he oído hablar de ti toda la vida. En casa hablan mucho de ti mis abuelos. Cuando llegué al Barça y decía que era de Linyola, siempre me contestaban: "Hombre, como el Fusté".

F. Tus abuelos son como yo, tendrán mi edad. Tú eras así [baja la mano a medio metro del suelo] y ya te veía jugar. Recuerdo hasta la primera vez. Jugaba Vendrell en el otro equipo.

B. ¿Dani? Es muy bueno. Vinimos juntos al Barcelona, pero no se quedó. Somos amigos. Ahora está en el Balaguer. Tiene dos años más que yo. Jugábamos siempre en El Planell, la plaza del pueblo. Más de un cristal hemos roto. Pasaba la semana en Mollerusa y el fin de semana jugaba en las calles. Aprendí a jugar allí porque juegas tranquilo y te diviertes.

F. Es que, si no te diviertes, ¿qué te queda del fútbol?

B. Nada. Si no te diviertes, no tiene sentido jugar.

F. No te lo creerás, pero yo he jugado con muchos a los que no les gustaba jugar. Sufrían. Si les das la prima y les dices "hoy no juegas", les haces un favor.

B. No me lo creo, me parece imposible. ¡Yo pago por jugar si es necesario! Pero, es verdad, he tenido compañeros en el fútbol base que no lo pasaban bien. Eran buenos, pero sufrían. Normalmente, si no te gusta mucho, no llegas. Pero usted lo dejó muy joven, ¿no?

F. ¿Cómo lo sabes?

B. Hombre, porque me he interesado. En el pueblo siempre me han dicho: "¡Con que llegues a ser la mitad del Josep Maria!".

F. Sí, lo dejé con 29 años. Pero he jugado siempre. Hasta en San Fermín. Cada jueves, jugamos veteranos del Barça y de Osasuna. Es que yo jugué en Pamplona.

B. No he visto nunca una imagen suya. Bueno, fotos sí; en el pueblo hay muchas. Pero nunca en vídeo ni DVD. Me gusta mirar vídeos antiguos, pero de su época no hay.

F. Claro, ¡no existían, nano! No era mal jugador, la verdad. Pero coincidí con Luis Suárez y Del Sol y, claro, fui sólo ocho veces a la selección. Dormía con Iribar. No era muy hablador, pero nos hicimos muy buenos amigos. Me acuerdo del día en que le envié la invitación para mi boda. Al día siguiente recibí la suya... Nos casamos el mismo día.

B. Me han dicho que era muy bueno. ¡Yo no he debutado y usted ha ganado una Eurocopa con España!

F. Eso te costará. Igual no la ganas nunca. Nosotros ganamos la Eurocopa, pero no éramos los mejores. Era Hungría.

B. Pero la final fue con Rusia.

F. Sí, ganamos porque tuvimos la suerte de ganar a Hungría en la semifinal: 2-1. Jugamos muy bien. En la final, contra Rusia, jugamos horroroso y ganamos.

B. Ahora se habla mucho de eso en el Barça. Que si es mejor jugar bien, que si es mejor jugar mal... De lo que se trata es de ganar. En el Barça te enseñan que hay que ganar de una manera. Y de esa manera se gana, pero a veces no es suficiente.

F. Del que pierde no se acuerda nadie. Nosotros no éramos los mejores, pero somos los únicos que hemos ganado algo. Mira Italia o Alemania. Cuando llegan esos partidos, se crecen y, no sé cómo, ganan siempre.

B. Creo que la diferencia es que en las categorías inferiores de la selección no hay la presión del primer equipo. Me hace mucha ilusión que me llame Luis.

F. Así debe ser. Yo siempre iba contento. Para la Eurocopa nos concentramos una semana. Suficiente. Y para el Mundial de Inglaterra [1966], diez días. ¡Y nos aburríamos! Entonces no teníamos los vídeos de ahora.

B. Bueno, yo me paso más rato estudiando que otra cosa. Siempre tengo algún examen y aprovecho. Claro que ahora es diferente. Es la primera vez que voy y tengo que centrarme...

F. Leí que te llamaban para que no jugaras con Serbia.

B. No tenía ninguna intención de hacerlo. La selección me ha dado mucho y siempre me han tratado muy bien. Xavi me ha dicho que puedo estar tranquilo. Yo voy muy perdido. Me engancharé a él y a Iniesta.

F. Buena gente ¿No conoces a nadie más?

B. A Cesc. Estuvimos juntos en La Masia.

F. ¿Y con Henry te llevas tan bien como parece?

B. Sí. Con él hay algo especial.

F. ¿Y a Luis le conoces?

B. No, pero me han hablado maravillas.

F. Le gusta mucho el fútbol. Era muy bueno, con clase. Luis sabe de esto y si te llama es porque eres buen jugador. Si no, le daría igual que jugaras con China. ¡Anda que no sois injustos! [mira al periodista]. Igual que Rijkaard, un tipo fenomenal.

B. Yo le debo muchísimo. Nada habría sido igual sin él. Me ha dado confianza y mucha tranquilidad. Me dice que no me preocupe si no me sale algo.

F. ¡Porque ha sido futbolista! Lo que tienes que hacer es pasarlo bien. Mira, el que es futbolista lo es en la plaza, en el Camp Nou o en la selección. Mira a Messi. Y tú igual. El otro día te vi. Un control genial. Te dio el pase Xavi, en la Copa, contra el Villarreal. Otro se acalora, pero tú la paraste como Dios manda. Eso no se enseña. Oyes a padres que dicen: "¡Claro, eso lo enseñan en el Barça!". No, señor; lo tienes o no lo tienes.

B. Es verdad. A mí muchas cosas me salen, no las pienso.

F. Porque juegas como en el pueblo. El remate de San Mamés, por ejemplo. Esa pelota todo el mundo la controla. Es el gran mal del fútbol mundial. Y lo que distingue a un gran jugador. El mediocre la para, levanta la cabeza, lo piensa... No, señor. ¡Sé valiente, chuta!

B. Si piensas en el área, pierdes décimas, seguro.

F. Con España no te asustes. Tienes ventaja: eres de pueblo.

B. Ser de pueblo te da carácter, te ayuda a no creértelo cuando te dicen que eres muy bueno.

F. Tú de fútbol sabes, te lo digo yo. No sé si ganarás títulos, pero disfrútalo.

B. A eso voy. A disfrutar y aprender.

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