Tejidos nobles para los nuevos volantes
La pasarela del Salón de Moda Flamenca ha mostrado en Sevilla 1.400 trajes
"A un traje de gitana no le puedes quitar lo imprescindible, que son los volantes. Es como si a la feria le quitaran los farolillos. Todo lo demás está permitido". Lina, decana de las diseñadoras de moda flamenca con 50 años de profesión, resume así la esencia de esta prenda, protagonista del 14º Salón Internacional de Moda Flamenca (Simof) que se clausuró ayer en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Sevilla.
En la cita, a la que han asistido más de 35.000 personas desde el pasado jueves hasta ayer, se han visto las nuevas colecciones de 40 creadores en 32 pasarelas. Los modistos, todos andaluces, han apostado por tejidos nobles como seda, gasa, encaje, satén y tul. Talles bajos, ceñidos en algunos casos hasta las rodillas, grandes escotes y volantes en cascadas han marcado también los más de 1.400 vestidos que se han visto en los desfiles, siempre atiborrados de público.
La sevillana Lina, quien desde 1956 ha vestido a artistas como Rocío Jurado, Isabel Pantoja o la bailaora japonesa Yoko Komatsubara, presentó ayer su colección Nací en Sevilla basada en "una renovación dentro de lo clásico", apuntó ayer Lina poco antes de presentar su trabajo y confesó que ella no tiene ningún traje de flamenca y que nunca va a la Feria de Abril.
Inspiración en los 40
A la decana de la moda flamenca le precedió ayer en la pasarela Lorenzo Cáceres, almonteño de 23 años, y una de las promesas del sector que ha obtenido el Premio del Diseñador Revelación en 2004 y al Mejor Diseñador Novel en 2005. "Me he inspirado en las mujeres coquetas de los años 40, esas que parecían decir aquí estoy yo. He usado telas con muchos brillos, gasas y pedrería para conseguir unos trajes que yo creo que son muy elegantes", explicaba ayer el joven creador, quien cerró las 32 piezas de su colección Glamour con una gran bata de cola abierta por delante en la que la modelo aparecía con una reproducción de la cara de la virgen del Rocío y que fue una de las propuestas más aplaudidas.
La sevillana Pilar Vera, presidenta de la asociación Mof & Art -la primera patronal de empresarios de moda flamenca en Andalucía-, presentó ayer su colección Ida y vuelta, una fusión con elementos tradicionales caribeños como las guayaberas. "La feria ha supuesto un empuje impresionante para el sector. Extenda, la Agencia Andaluza de Promoción Exterior, ha traído a una delegación de Japón, que es el país que más consume después de España", apunta Vera. Según el último estudio de Comercio Exterior, en 2004 la moda flamenca movió 120 millones de euros en Andalucía, datos que están por debajo de la realidad en un sector con mucha economía sumergida.
AURORA GAVIÑO
El punto de partida de sus nuevos modelos, que presentó el viernes como Alma: azahar y lis, es la armonía entre lo religioso y lo profano. La sevillana recupera mantillas y encajes antiguos y los mezcla con terciopelos y distintos tejidos.
VICKY MARTÍN BERROCAL
La sevillana abrió la pasarela el pasado jueves con su colección Va por tí, con la que rinde homenaje a la elegancia de Valentino. Propone vestidos de gasa y muselina de seda adornados con flores de tela y grandes escotes.
PILAR VERA
La sevillana juega con combinaciones de estampados y lunares en su colección Ida y vuelta, que evoca mezclas caribeñas. Además el sábado presentó vestidos con drapeados, como las guayaberas, y otros realizados con pachwork.
JUANA MARTÍN
La diseñadora cordobesa, que presentó el sábado Mil y una gitana, llegó con 45 trajes con formas geométricas en colores verde, rojo, amarillo, azul y coral. La creadora impregna también de flamenco su línea prêt a porter que lleva a Cibeles.
CRISTO BÁÑEZ
El joven onubense, que el viernes presentó su trabajo Almonte, se ha inspirado en la romería de El Rocío de los años 50 a los 70. Ha presentado combinaciones de distintas texturas en vestidos de colores fuertes que remata con chalecos.
LINA
La más veterana y admirada del mundo de la moda flamenca ofreció ayer Nací en Sevilla, una justa mezcla de innovación y clasicismo, con talles bajos, volantes de capa, enaguas y los mantoncillos incorporados al vestido. La modista sevillana, que obtuvo un Goya al Mejor Vestuario por sus creaciones en la película Yo soy esa que protagonizó Isabel Pantoja en 1990, sigue fiel a los lunares; pero en esta ocasión le ha dado protagonismo a los colores lisos.
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