Los hoteleros confían en los turistas nacionales y en la Europa del Este

En los dos pabellones que ocupan las empresas dentro de la feria de turismo (Fitur), lejos de la representación institucional de comunidades autónomas y países, ayer era visible una gran animación. Diversos responsables empresariales consultados coinciden en mostrar su satisfacción, no exenta de cierta sorpresa, por la buena marcha de una feria a la que acudieron expectantes y con cierta incertidumbre por la revuelta situación económica. Y aunque las palabras que estos días se pronuncian en Fitur tendrán que convertirse en compromisos firmes en los próximos meses, diversas fuentes coinciden en señalar que este año el mercado nacional, el principal cliente del turismo valenciano, tendrá más peso que otros. Varios empresarios mencionan también el interés creciente de los clientes de Europa del Este.

"Benidorm es como una aspirina, un producto necesario", según un hotelero

"En los países del Este necesitan ver mundo, igual que nos pasó a nosotros"

En cuanto al mercado nacional, los empresarios consideran que la propia incertidumbre económica modera el gasto y beneficia a los destinos de proximidad. "El trayecto corto va a funcionar mucho este año", asegura un responsable de la cadena Servigroup. En la misma línea, Sergio Gambi, presidente de la Asociación de Apartamentos Turísticos de Benidorm y la Costa Blanca (Aptur) considera que una crisis económica puede beneficiar a los destinos nacionales: "Nos quejamos de la crisis, pero yo creo que en lugar de perjudicar al sector lo que puede hacer es lo contrario, traer a más gente del país, que en última instancia se da cuenta de que no puede irse tan lejos y se queda aquí". Más explícito incluso se muestra el candidato a la presidencia de Hosbec, Antoni Mayor, que afirma que "Benidorm es un producto de primera necesidad turística", y añade: "La gente, si no puede, no se hace una mariscada, pero si le duele la cabeza se compra una aspirina. Eso es Benidorm, un producto necesario".

Y en lo que se refiere al mercado internacional, el director regional de TUI, Julio C. García, explica que la fusión de operadores puede reducir la llegada de vuelos procedentes del Reino Unido, lo que podría implicar una subida de precios. El experto defendió también que la previsión es que los mercados alemán y holandés se mantengan. También habló del intento de "abrir brecha" en Rusia y en los países emergentes de la Europa del Este. García destaca el "interés" mostrado este año por los operadores de estos países por la Costa Blanca. "La República Checa, Eslovaquia o Hungría están consolidados en la Costa Brava y en la Costa Dorada. Hace tres o cuatro años empezaron en la Costa del Sol y ahora comentan que buscan nuevos mercados en la Costa Blanca", asegura. En la misma línea, un responsable hotelero de Castellón explicaba esta semana el inicio de conversaciones con un operador ruso.

Roc Gregori, jefe del servicio municipal de Turismo de Benidorm, cree que el principal problema para estos países es el precio. "Benidorm y la Costa Blanca les resulta caro comparado con otros destinos nacionales como la Costa del Sol", defiende. Gregori, uno de los principales defensores del turismo británico, considera que el futuro pasa por abrirse a los países del Este. "Están despertando. Es una situación similar a la que atravesó España al comienzo del turismo: si hace falta se quitan el dinero para comer para poder viajar. Necesitan ver el mundo, igual como nos pasó a nosotros".

Por otro lado, la compañía Acciona Trasmediterránea empezará a operar, entre febrero o marzo, una ruta entre Dénia y San Antonio (Ibiza).