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Un grupo de 'skinheads' apalea a otro radical de ideología contraria

La víctima, que se encuentra muy grave, fue quemada y golpeada con bates

La tensión entre jóvenes skinheads madrileños de tendencia ultra se ha cobrado esta semana una nueva víctima en Jesús Martín, un electricista de 24 años que fue apaleado con bates de béisbol y abrasado con una bengala. El joven, que sufre politraumatismo craneal, diversas quemaduras y ha perdido una oreja, fue atacado cuando se encontraba con su novia en un parque de la calle de la Corte del Faraón, cerca de la estación de metro de Ciudad de los Ángeles.

"Estaban en el bar Tris Tras y salieron a charlar a un banco, cuando llegaron los sharperos [skins de tendencia izquierdista] y le molieron a palos. Luego encendieron una bengala y le quemaron la cara. Iban a matarle, todos los golpes se los dieron en la cabeza", explicaban ayer sus amigos -también de estética rapada- en la puerta del hospital Doce de Octubre. "Los que estaban en el bar no se dieron cuenta de la agresión hasta que encendieron la bengala. Entonces llamaron a la ambulancia", contaba el grupo de jóvenes. Ninguno de ellos quiso dar su nombre, pero afirmaban que ni Jesús ni ellos pertenecían a asociación o grupo político alguno. "Somos veinteañeros de Villaverde", aseguraban.

Marisol, de 19 años, novia de Jesús Martín, fue también agredida por el grupo izquierdista y recibió ocho puntos de sutura en la cabeza. El padre de Marisol rehusaba ayer hablar con los periodistas: "Cuando la extrema derecha ataca a un izquierdoso de mierda se monta un escándalo. Cuando sucede al revés os calláis todos. Así que yo no te voy a contar nada", argumentó.

El grupo de amigos del agredido, entre los que se encontraban varios jóvenes de Europa del Este, decía sospechar ayer de los Bucaneros, ultras del Rayo Vallecano. "Por el tema de la bengala me huele que son ellos", explicaba ayer uno de los compañeros del agredido. "Lo hemos denunciado y un testigo ha identificado a dos de los agresores, los únicos que no iban encapuchados. Uno llevaba cresta amarilla y el otro el pelo rapado. Pero seguro que la policía no les hace nada", comentaban. Para el grupo de skinheads, los agresores podrían haber salido de un concierto el sábado pasado buscando alguna víctima.

Según el parte médico ofrecido ayer por el Hospital Doce de Octubre, Jesús Martín permanece estable dentro de la extrema gravedad. "Nos han dicho que tiene por lo menos dos años de recuperación y que le quedarán secuelas. Aunque el coágulo del cerebro ya se lo han eliminado", comentaba en la puerta de Urgencias el grupo. "Y la familia está fatal; además, el padre murió el año pasado".

Los investigadores buscan al grupo que perpetró la agresión, informa Europa Press. Sospechan que ni siquiera conocían al joven y que tan sólo buscaban vengarse contra algún radical por la muerte el pasado mes de noviembre de Carlos Palomino, el joven radical antifascista apuñalado en el metro por un ultraderechista.

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El mismo grupo de amigos que se encontraba ayer frente a la puerta de Urgencias del hospital ha convocado una manifestación de repulsa a la agresión para mañana sábado frente a la puerta del centro sanitario. "No sabemos si nos darán la autorización, pero cuando mataron al Carlos ese [por Carlos Palomi-no] hubo manifestaciones todos los fines de semana, con y sin autorización. Así que nosotros haremos lo mismo", aseguraba ayer el grupo.

A pesar de que los amigos de Jesús Martín negaban que la agresión tuviera relación directa con el asesinato de Palomino, también se quejaron del trato mediático y policial que han tenido ambos hechos. Así, dudaban de la versión ofrecida por la policía sobre los hechos de noviembre pasado, cuando el joven radical fue apuñalado en la estación de metro de Legazpi por un soldado de ideología ultraderechista, cerca de donde se iba a celebrar una manifestación de Democracia Nacional.

"Lo que no habéis contado es que fueron 20 punkis a por él [por el soldado] y que sacó el puñal para defenderse", aseguraban. "Todavía no hemos visto el vídeo del metro, pero en cambio nos han pasado por todas las televisiones aquél del tipo de Barcelona que le daba patadas a una ecuatoriana", comentaban. "A ver si contáis ahora esto".

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