Mueren cinco soldados de EE UU en Irak

Cinco soldados norteamericanos murieron ayer en un ataque coordinado de los insurgentes en el sur de la ciudad de Mosul, capital de la provincia de Nínive, 390 kilómetros al norte de Bagdad, según informó el mando estadounidense. Se trata de uno de los ataques más sangrientos en un solo día contra las tropas de Estados Unidos en meses, y eleva el número de bajas a 36 en el mes de enero frente a las 23 de diciembre.

El ataque fue llevado a cabo contra una patrulla militar, que fue alcanzada por una bomba y luego por los disparos de los insurgentes, justo al día siguiente de que llegasen a la ciudad nuevos refuerzos -tropas iraquíes apoyadas por tanques y helicópteros- con el objetivo de dar un golpe "decisivo" a los militantes de Al Qaeda, según anunció el domingo el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki.

El Ejército y la policía iraquíes también informaron de combates en el barrio de Haysuma, un conocido reducto de Al Qaeda en la zona este de Mosul.

El ataque de ayer se produce un día después de que el mando estadounidense anunciase que uno de sus uniformados perdió la vida el domingo por la explosión de una bomba al paso del vehículo en el que se trasladaba en el noreste de Bagdad.

Asimismo, otro soldado estadounidense falleció el sábado pasado en otro ataque similar que tuvo lugar en el barrio de mayoría chií de Kadimiya, en el este de la capital iraquí.

Con las cinco nuevas bajas mortales de ayer asciende a 3.934 el número de militares norteamericanos muertos en Irak desde que la coalición multinacional invadió y ocupó el país árabe en marzo de 2003.

Aunque la violencia se ha reducido en Irak en un 60% desde el pasado mes de junio, el norte del país sigue siendo la mayor preocupación de los militares norteamericanos y del Gobierno iraquí desde el punto de vista de la seguridad, sobre todo desde que las milicias de Al Qaeda se han reagrupado en las provincias de Nínive, Salahuddin y Diyala.