Kusturica Locura contagiosa
¿Se trataba de un concierto o de una gamberrada musical? De entrada, era difícil tomar partido ante la propuesta del cineasta serbio Emir Kusturica en el Palau. Las paredes temblaron, el suelo se movía y nadie paraba quieto mientras el cantante de la banda hacía equilibrios sobre las barandas de los palcos de platea o lanzaba agua al público de las primeras filas ante la mirada descompuesta de algunos acomodadores.
Todo estaba pasado de vueltas, de forma consciente, premeditada y al gusto del público eufórico y entregado, que abarrotaba el local. Las entradas se habían agotado con un mes de antelación y a las puertas del local muchos buscaban infructuosamente una reventa. Hasta 500 euros se ofrecían por una localidad, pero nadie vendía.
EMIR KUSTURICA & THE NO SMOKING ORCHESTRA
Festival del Mil·lenni. Palau de la Música, 23 de enero.
En el interior, Kusturica, guitarra en mano, parecía por momentos ajeno a la situación, como si sus músicos se desmadraran por su cuenta, pero la media sonrisa cínica cuando el caos parecía haberse apoderado del escenario dejaba bien a las claras que su mente de director cinematográfico lo tenía todo previsto al detalle y el filme, porque de un filme en directo se trataba, discurría a la perfección. Una película con un tema sencillo pero eficaz: cómo ser punk a los cincuenta y cómo aplicar esa ideología a la música tradicional balcánica. Perfectamente realizada gracias a un ritmo frenético y alocado que no decayó en ningún momento (¡ni una sola balada o un medio tiempo en todo el concierto!) y una puesta en escena que, de tan transgresora, por momentos, no queda claro si se trata de una parodia o de una oferta sincera. Pura locura tremendamente contagiosa. En fin, Kusturica al cien por cien.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
La población de pumas de la Patagonia se dispara gracias a una presa inesperada: los pingüinos
Prima de diciembre 2025: ¿Cuál es la fecha límite para recibir el pago y cómo calcular el monto?
Kast gestiona con presidentes de la región un corredor humanitario para devolver a los migrantes irregulares
La Administración Trump amplía a 39 países la prohibición de viajes de sus ciudadanos a Estados Unidos
Lo más visto
- Elon Musk, más cerca de ser el primer hombre en alcanzar una fortuna de un billón de dólares
- La UCO precipitó la detención del expresidente de la SEPI porque se percató de que lo seguían cuando iba a una cita con Leire Díez
- El rechazo de Francia y las dudas de último minuto de Italia amenazan con descarrilar la firma del acuerdo entre la UE y Mercosur
- La jueza de la dana declina citar a Sánchez porque no consta que estuviera informado “en tiempo real” por Mazón como Feijóo
- Un tercio de las personas LGTBI+ ha sido expulsado de su casa por su orientación o identidad




























































