Un grupo teatral invita al público a volver al útero

La compañía hispano-chilena Teatro en el Aire invita al público a hacer un recorrido por todo el ciclo vital, hasta regresar al útero materno, en la obra La cama. Prólogo y epílogo de la vida, que los espectadores podrán seguir acostados con sus respectivas almohadas y edredones.

El tradicional patio de butacas es sustituido por 26 camas desde las que otros tantos espectadores podrán seguir las seis funciones del espectáculo programadas desde ayer hasta mañana, sábado, en el Centro de Arte Contemporáneo (CAC) de Málaga, dentro del 25º Festival Internacional de Teatro de la capital.

La directora de la obra, Lidia Rodríguez, explicó ayer que esta compañía trabaja siempre "sobre los cinco sentidos" e investiga "sobre cómo hacer que el público pueda encontrar el goce de los sentidos en su total magnitud". Durante la hora y media que se prolonga el montaje, los espectadores son "protagonistas fundamentales dentro del juego dramático que se plantea", según Rodríguez. Los 26 integrantes del público en cada función deben descalzarse y acceder a la habitación habilitada en el CAC Málaga a través de un túnel que recrea la matriz. A partir de ese momento, "están invitados a acostarse con nosotros y a acostarse entre ellos", dijo.

"En la cama pasan muchas cosas, no sólo hace el amor quien tiene la suerte de hacerlo, ni sólo se está enfermo", señaló la directora, que está al frente de un equipo artístico de siete personas que ha vivido en las funciones celebradas hasta ahora todo tipo de reacciones por parte del público. Por ello, cada función es distinta, lo que es "enriquecedor" para la compañía, que, por ejemplo, ha comprobado cómo los niños "disfrutan de una manera muy lúdica y son mucho más sensoriales". "Los adultos siempre intentamos decodificar lo que nos cuentan", precisó Rodríguez.

La obra está dividida en 12 secuencias que pasan desde la infancia hasta la vejez, la enfermedad y la muerte, por lo que está presente "todo el ciclo de la vida". "Desde que nacemos y una evocación del momento en que somos bebés y estamos con nuestra madre de una manera muy cercana", dijo. Tras cada función, los espectadores son invitados a reflejar en los cuadernos de bitácora de la compañía sus reflexiones a través de textos o dibujos. Y estas sensaciones han permitido "que la obra haya ido creciendo", comentó Rodríguez.