Un hombre salva de un incendio a siete personas escalando la fachada
Rafael Caro, de 24 años, se convirtió ayer en el héroe de la barriada de Monte Pavero, una de las más humildes de Málaga. El miércoles por la mañana, Rafael, conocido por todos los vecinos como Fali, recibió una llamada angustiada en su teléfono móvil. Su novia le decía que volviera al barrio, que había un incendio en el bloque en el que vive su madre.
Mientras hablaba con su chica por el móvil, Fali se presentó a toda velocidad en la calle Genoveses. Todo el bloque había sido evacuado excepto una vivienda del noveno piso en la que viven siete inmigrantes, dos de ellos menores de edad. Este grupo había conseguido descender a pie hasta la tercera planta y se había metido en un apartamento para evitar el humo que subía por el hueco de la escalera. Agolpados en la terraza del tercero y casi asfixiados por el humo que también salía por las ventanas del primero, los vecinos estaban dispuestos a soltar a los niños desde la terraza hasta el suelo, donde un grupo de vecinos se había colocado para intentar recogerlos.
Ahí le saltó a Fali el automático. A pesar de que los bomberos de Málaga ya estaban trabajando, el joven, antiguo aspirante a bombero, saltó desde el suelo hasta la reja de la terraza del primer piso. Desde ahí, trepó hasta el segundo piso y se puso de pie en el bordillo de la terraza. Mientras con el brazo derecho se aferraba a una barra de tendedero no muy segura, con el brazo izquierdo cogió a uno de los niños y bajó con él hasta el suelo, entre los gritos de ánimo de los vecinos. Después repitió la operación con el otro niño. Tras bajar a los dos menores, Fali, "medio asfixiado", volvió al bordillo del segundo para ayudar al resto de los inmigrantes a pasar a la terraza de ese piso, y desde ahí, apoyándose en el enrejado del piso primero, lograron alcanzar todos la calle.
Durante la jornada de ayer, Fali repitió su proeza "por lo menos cuatro veces". Algunas televisiones le pidieron que les mostrara sobre el terreno cómo hizo el rescate. Fali, empujado por las ganas de mostrarse y de agradar a las cámaras, trepó hasta el segundo piso cada vez que las cadenas le pedían que reprodujera su hazaña. Algunas se limitaron a pedir que se agarrara a la parte baja del balcón del primero. Luego, según los periodistas, fue el propio Fali quien siguió su escalada hasta el segundo "voluntariamente". Otra productora se limitó a pedir a Fali que "repitiera" lo que había hecho ante otras cámaras, que no hicieron nada por evitar que Fali se jugara la vida por unos segundos de pantalla.
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