_
_
_
_
_
LA CALLE / Tiendas
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Caprichos

Ana Pantaleoni

Nada como montarse una tienda al gusto de uno. Es lo que ha hecho Margarita Basi. Vende lo que le gusta. Ni ropa ni joyas. Lo suyo son objetos especiales de decoración, difíciles de encontrar, de países lejanos o de mercadillos cercanos. No hay límite. Si a Margarita le gusta, lo coloca en una de las estanterías de su tienda de la calle de Copèrnic, en el barrio de Sarrià. Marsi House abrió hace un año. Su propietaria abandonó el trabajo en la empresa familiar, la firma de moda Basi, para lanzarse al mundo de la decoración. Son objetos muy especiales, no aptos para gustos comerciales. Margarita mezcla tres estilos. Por un lado, los objetos modernos diseñados básicamente en cristal de Murano. Hay jarrones, mesas y centros, además de una artista muy especial, la japonesa Ritsue Mishima, que trabaja el cristal de Murano transparente.

Junto al estilo clásico, piezas que no superan los 100 años y objetos orientales como las máscaras. Margarita muestra un juego de cuchillos de bronce para la fruta que compró en un mercadillo de Mallorca y que se aguantan sobre un pequeño enanito. Entre sus objetos favoritos está a la venta una máscara balinesa que cuesta 430 euros y una cruz de madera del siglo XVIII. En el interior de Marsi House hay, además, una exposición de cuadros de la pintora Vanesa Linares y otra de botellas decoradas por Rai Souza. "Realmente hay que viajar, de lo contrario no surgen nuevos objetos". Margarita reconoce que ahora no se vive una época de vacas gordas y que la gente tiene otras prioridades antes que la decoración. Sin embargo, defiende Marsi House como el lugar donde comprar un regalo especial. "Me resisto a vender cosas que no me gustan". Los objetos antiguos cuestan de 300 a 2.000 euros, las piezas más comerciales se venden a partir de 100 euros y los objetos únicos de exposición desde 2.000 euros.

- Lo más: los objetos orientales y las explicaciones de Margarita.

- Lo menos: algunos precios se disparan.

- Marsi House. Calle de Copèrnic, 1. 93 414 73 20. Barcelona. www.marsihouse.com

apantaleoni@elpais.es

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Ana Pantaleoni
Redactora jefa de EL PAÍS en Barcelona y responsable de la edición en catalán del diario. Ha escrito sobre salud, gastronomía, moda y tecnología y trabajó durante una década en el suplemento tecnológico Ciberpaís. Licenciada en Humanidades, máster de EL PAÍS, PDD en la escuela de negocios Iese y profesora de periodismo en la Pompeu Fabra.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_