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Entrevista:BENITA FERRERO-WALDNER | Comisaria europea de Asuntos Exteriores

"En Viena me he sentido Sissi"

Tiene 59 años, y una eterna sonrisa que esconde no poco genio -"mi marido se lo dirá"-. Le encanta el arte -la entrevista se realiza en el Museo Thyssen- y la lectura, nadar, pasear, la naturaleza y el yoga. Se dice aficionada a España y al idioma español, que habla magníficamente, y en el que se sabe "casi todos los tacos". Adora el pescado y la fruta. Y se confiesa "un poco acelerada", situación de la que suele sacarla su paisano Mozart.

Pregunta. Vino a Madrid a la reunión de la Alianza de Civilizaciones. ¿Se la cree?

Respuesta. Sí, porque estamos trabajando en ella desde hace mucho tiempo, y pienso que es un instrumento más para combatir el terrorismo, la pobreza y la falta de educación.

P. Pues el PP dice que es humo que vende Zapatero.

R. Lo sé. Pero yo lo veo desde una institución internacional que ha contribuido muchísimo a esa Alianza. Hay que acercar las diferentes culturas.

P. ¿La Unión Europea goza de buena salud?

R. Creo que sí. Yo le digo cada mañana: "Nena, tú vales mucho".

P. Tras el fiasco franco-holandés, dijo: "La Constitución no ha muerto; la hemos congelado". ¿No caducará, con tanta nevera?

R. Creo lo contrario: al final, estará bastante fresca. Ahora, la hemos descongelado.

P. No tienen corazón. ¿Nos van a dejar sin fondos europeos en 2013?

R. España los ha gozado muchísimo, y todo tiene su fin. Pero para entonces será un país muy rico.

P. ¿Sigue queriendo ser presidenta de Austria?

R. Ese esfuerzo una lo hace una vez.

P. ¿Se ha sentido alguna vez Sissi emperatriz?

R. Quizá en los bailes de Viena, en el baile de la Ópera. Allí me he sentido Sissi. Como muchas mujeres austriacas.

P. ¿Y cree que el que su marido se llame Francisco es algo más que casualidad?

R. Él es un Francisco Paco [ríe], un auténtico español. No tiene nada que ver con Francisco José.

P. Se casaron siendo él director del Cervantes de Viena. ¿Tiene usted mucho que agradecerle al manco?

R. Totalmente. Tenemos una colección del Quijote de 70 ejemplares. Mi marido es un amante de Cervantes.

P. O sea, que lo de ustedes fue el destino.

R. Yo creo en la fuerza del destino, de verdad. Lo he sentido cuando en mi vida ha habido una encrucijada.

P. Por cierto: Madeleine Albright le levantó el marido en un baile en la Ópera de Viena. ¿Tuvieron ambas unas palabras?

R. Madeleine Albright es una amiga, por lo que no hubo ningún problema.

P. ¿Siempre se fía de las amigas en ese terreno?

R. No siempre, no siempre. Pero de las amigas que son ministras de Asuntos Exteriores, sí.

P. ¿Es usted muy diplomática?

R. Depende de las circunstancias.

P. ¿Zapatero o Rajoy?

R. Como no soy española, no necesito juzgar.

P. Pues sí que es diplomática. ¿Y lo de Sarkozy con Carla?

R. Bueno, él puede casarse con quien quiera. Ella, también. Y no me parece mal.

P. A quién le diría usted: "¿Por qué no te callas?".

R. A todos los que insultan. Se lo hubiera dicho a Sadam Husein, al que no conocí.

P. Usted es del partido conservador. ¿Qué le falta a la derecha española para parecerse a la europea?

R. No hay una derecha totalmente europea. Es importante que no pensemos sólo en nuestro país, sino también en los otros.

P. Qué me va a decir. Si usted estuvo en un Gobierno con el ultraderechista Haider, y les criticó hasta Aznar.

R. Siempre hay razones para las críticas. No entro en cuáles.

P. ¿A qué personaje internacional le pondría un piso?

R. Siempre me ha gustado muchísimo Nelson Mandela.

P. ¿Le molesta que nunca la hayan nombrado fallera mayor, a pesar de sus veraneos valencianos?

R. No [ríe], no aspiro a eso. Yo allí estoy tranquila, tengo privacidad, y mi huerto, con dos limoneros que me encantan.

P. ¿Y está más con los moros o más con los cristianos?

R. Mi marido, que ha sido pregonero en Ontinyent, su pueblo, ha escrito un artículo donde dice que han vencido los moros. ¿Ve? Necesitamos la Alianza de Civilizaciones. Para que haya equilibrio.

P. Creo que come siempre pescado, fruta y verdura. ¿Tendencia al michelín?

R. No. Estómago frágil. Por lo demás, me muevo demasiado. Y cuando tenga tiempo volveré a hacer yoga.

P. ¿Su eterna sonrisa viene de que su padre era dentista?

R. Eso dicen los demás. Pero creo que la sonrisa rejuvenece y hace a la gente más positiva. Yo siempre he sido así.

P. ¿De pequeña quería ser comisaria europea?

R. De pequeña yo quería ser médica, arqueóloga y bailarina.

P. Pues qué frustración.

R. No, al contrario. Quizá si me reencarno haré algo de eso.

P. Porque cree que se puede reencarnar fácilmente en una bailarina.

R. Fácilmente, no, pero me gustaría.

Benita Ferrero-Waldner, fotografiada en una frutería de Madrid.
Benita Ferrero-Waldner, fotografiada en una frutería de Madrid.CLAUDIO ÁLVAREZ

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