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Reportaje:

Llega la paz en el culebrón del BCP

El nuevo equipo dirigente tratará de estabilizar la nave para superar unos meses convulsos

El Millenium BCP, mayor banco privado portugués, ha firmado esta semana la paz accionarial y parece haber recuperado por fin un consenso largamente aplazado. Después de meses de culebrón y luchas intestinas, cambios en la cúpula, reuniones sin acuerdo, juntas saboteadas, grandes operaciones fallidas como la OPA al BPI y la posterior fusión con ese mismo banco alentada por La Caixa, escándalos mediáticos y pérdidas en Bolsa cercanas a los 1.000 millones de euros, la última junta general eligió el martes como nuevo líder del banco a Carlos Santos Ferreira.

El veterano gestor llega como salvador, directamente desde la presidencia de la gran entidad financiera pública portuguesa, la Caixa Geral de Depósitos. Un movimiento insólito, que la oposición considera obra del "intervencionista" Gobierno socialista, pero en apariencia eficaz: Ferreira obtuvo el martes el apoyo de los grandes accionistas, y ganó con el 97,7% de los votos del capital que estuvo representado en la Aduana de Oporto (más del 71%).

Algunos analistas señalan que la quiebra de credibilidad y la coyuntura internacional invitan a ver con preocupación el futuro del grupo
La elección de Carlos Santos Ferreira para dirigir el BCP no ha impactado en el mercado y las acciones del banco están en mínimos históricos

Pero la designación del equipo de Ferreira Santos, en la que algunos ven la panacea de la estabilidad e incluso un blindaje contra una posible OPA, no ha conseguido de momento detener la zozobra del BCP. La paz y esa unanimidad a la búlgara no han impactado desde luego en el mercado, que ha puesto las acciones del banco en mínimos históricos.

Peores resultados

Además, algunos analistas señalan que la quiebra de credibilidad y la coyuntura internacional invitan a ver con preocupación el futuro del grupo, y éste ha admitido ya que los resultados líquidos de 2007 serán peores que los de 2006, a pesar de un aumento del 11% en el volumen de negocio, debido a los gastos de la fracasada OPA y las jubilaciones de antiguos consejeros y directivos.

Mientras casi todos los consultores recomendaban "vender" y depreciaban el valor futuro de los títulos del BCP (algunos, como UBS, redujeron el precio un 43%, para 1,85 euros), el gobernador del Banco de Portugal, Vítor Constâncio, acudió el viernes al Parlamento para dar explicaciones sobre los presuntos descuidos cometidos por el regulador financiero en la supervisión de los escándalos que han salpicado al banco fundado por Jorge Jardim Gonçalves, hoy dimitido de sus cargos.

Varios préstamos concedidos pero nunca cobrados (los principales, por el propio hijo de Jardim) y las oscuras relaciones del banco con 17 empresas off-shore encabezan las sospechas sobre la gestión anterior. El banco central dijo el 28 de diciembre que había abierto una investigación sobre los lazos con compañías off-shore que el BCP no había logrado aclarar convenientemente. Otra investigación previa del BdP y el regulador de la Bolsa, la CMVM, estudia además la compra secreta de acciones del banco realizada presuntamente desde esas empresas fantasma.

La actitud de Constancio ante esas irregularidades y su remolonería a la hora de acudir al Parlamento han desatado una agria tormenta política, acusaciones de inacción y de trato de favor. Constancio, ante la Cámara, se limitó a señalar que "todavía no hay acusaciones contra los gestores".

Pero la pregunta no es ya si el BCP logrará resurgir de sus cenizas, sino cómo afectará al conjunto de la economía nacional y del sector bancario la crisis de la entidad financiera de referencia y todo este aparente desconcierto colectivo. JPMorgan, pese a que ha mantenido inalterado su juicio sobre el banco, ha advertido de que su perspectiva pesimista a nivel europeo tiene en Portugal su "punto más frágil". Lo cierto es que, desde principios de 2008, las tres entidades portuguesas -BPT, BCP y BES- han perdido 3.920 millones de euros en valor bursátil.

De momento, Santos Ferreira calla y parece confiar en dar la vuelta a esa situación. El día después de su elección, dijo: "Más importante que la victoria de ayer serán los resultados que el banco tendrá en el futuro. Ahí se verá".

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