España recupera la compostura

Les costó a los jugadores de Juan Carlos Pastor, pero, al final, la selección española recuperó la compostura y dio un paso de gigante para clasificarse para la segunda fase del Campeonato de Europa, que se viene disputando en Noruga.

Tenían enfrente a un equipo que lo permitía. Y lo aprovecharon. Pero tardaron en sentirse de nuevo un equipo. Les costó recuperar aquellas sensaciones de hace tan sólo unas semanas que les habían llevado a ganar el torneo internacional de España en Ciudad Real. Ni Chema Rodríguez, el central natural de Pastor, ni Alberto Entrerríos, el lateral izquierdo casi fijo, encontraban el camino del gol. Se encallaban una y otra vez. El asturiano sufrió hasta seis pérdidas de balones antes de lograr su primer gol. Pero, al final, lo consiguieron.

Hoy, ante Alemania, la selección sabrá si aspira a todo o quema sus naves

La suerte fue que enfrente estaba una Bielorrusia que debuta prácticamente en las grandes competiciones y que cuenta con un siete inicial arreglado, pero no para luchar por la victoria ante los grandes.

Sólo con los penaltis que marcó Albert Rocas -seis seguidos- bastó para que España pudiera mantenerse en el partido a la espera de que las piezas fueran encajando. Eso ocurrió en el meridiano del primer tiempo. Y a partir de ahí la distancia fue creciendo hasta conseguir una victoria suficientemente holgada que permitiera a España asegurarse prácticamente la clasificación, a la espera de que hoy Bielorrusia no gane a Hungría por más de tres goles.

La derrota inicial de España ante Hungría produjo una situación de auténtico compromiso: era indispensable ganar a Bielorrusia para poder seguir adelante. Y había nervios y tensión. Pero, en el momento más crucial del campeonato, cuando más se necesitaba, surgió la calidad.

Las jugadas comenzaron a enlaenlazarse, había continuidad en el ataque y la contundencia de los brazos de Albert Rocas y de Entrerríos se unieron a la eficacia defensiva y al acierto de Hombrados bajo los palos. Y Pastor pudo dar paso a dos promesas de futuro como Aguinagalde y Carlos Ruesga.

España resurgió de la miseria. Y hoy ante Alemania (16.30) decidirá si sigue aspirando a todo en este Europeo o si quema todas las naves en esta primera fase.

No es la primera vez que un equipo que ha perdido el primer partido ha acabado ganando la medalla de oro. Le ocurrió a Croacia en 2003, en Portugal, cuando cayó ante Argentina antes de ser campeón. Y también a Alemania en el Europeo de Eslovenia, en 2004, en el que fue derrotado en su debut por Serbia.

Pero esa posibilidad, y tal vez también la de estar en la segunda fase, pasa por ganar a la Alemania de Zeitz, Glandorf, Baur, Kehrman y Klimovets. Un equipo que lleva dos victorias y un empate ante España en sus últimos cuatro enfrentamientos oficiales.

Un compromiso que hay que afrontar con una confianza al alza tras haberse enderezado el rumbo a costa de Bielorrusia.

Grupo C: Hungría, 24; Alemania, 28. Bielorrusia, 31; España, 36. Clasificación: 1. Alemania, 4. 2. Hungría, 2. 3. España, 2. 4. Bielorrusia, 0.

Grupo D: Eslovaquia, 22; Islandia, 28. Suecia, 24; Francia, 28. Clasificación: 1. Francia, 4. 2. Suecia, 2. 3. Islandia, 2. 4. Eslovaquia, 0.