El Concurso Viñas amplía a seis ciudades su sistema de eliminatorias

El 45º Concurso de Canto Francesce Viñas, que se celebra durante esta semana y la siguiente en Barcelona, ha ampliado a seis ciudades su sistema de eliminatorias para racionalizar un crecimiento de participantes que se hacía "insostenible", según explicó ayer la organización. Por primera vez en la historia de esta prueba, durante el mes de noviembre se realizaron unas audiciones preliminares en seis teatros de ópera (Hamburgo, París, Londres, Milán, Madrid y Nueva York) a las que se han presentado más de 300 cantantes de diversas nacionalidades, de los que 55 han accedido a la prueba semifinal, que se celebrará la semana que viene. Estos cantantes tienen pagada la estancia en Barcelona. A ellos se sumarán los que salgan elegidos de los 245 artistas que se han presentado a la prueba que viene celebrándose esta semana en el Conservatorio Municipal de Barcelona.

"Hemos descentralizado las pruebas porque con el sistema anterior nos resultaba imposible gestionar los desplazamientos y las estancias de los concursantes", explicó Joan Matabosch, director artístico del Liceo y presidente del jurado internacional. "No es que nos hayamos asociado a estos teatros, porque el peso del concurso lo sigue llevando la organización del Viñas, el Liceo y el Teatro Real". En total se han inscrito a esta edición del Viñas 495 cantantes. Por cuerdas, las sopranos constituyen una abrumadora mayoría (242) frente a 98 tenores, 70 barítonos y 46 mezzosaprani. Entre las novedades, destaca el aumento de la dotación de los primeros premios, que pasan de 11.000 a 15.000 euros.

La inauguración oficial del concurso será mañana en el Saló de Cent del Ayuntamiento barcelonés. El pregón será pronunciado por Helena Cambó, hija del político de la Lliga. El recital de apertura correrá a cargo de Violeta Urmana, ganadora del Viñas en 1992 y que sustituye a Teresa Berganza.

A la rueda de prensa de presentación del concurso, celebrada ayer en el Liceo, asistió Enedina Lloris, primer premio en 1983 y miembro del jurado de la audición preliminar. La soprano valenciana expresó la dificultad de la elección: "Hay voces que son de concurso, pero que luego no consiguen hacer carrera. Y hay voces que pueden hacer una buena carrera, aunque no sean de concurso. Se trataría justamente de descubrirlas". Ella misma es un buen ejemplo. Se presentó al Viñas muy joven, con 23 años, por probar y obtuvo una beca que le permitió estudiar en Italia. Tres años después se llevaba el primer premio.