Cae una banda que atracaba y violaba a sus víctimas en locutorios
El 'grupo de la pistola plateada' asaltó 50 locales y se gastó el botín en juergas
Los detuvieron el lunes. Eran siete tipos peligrosos e irracionales. Atracaban locutorios y otros negocios, normalmente regentados por latinoamericanos. La policía cree poder culparles de 50 asaltos, aunque de momento sólo ha podido demostrar 21. En sus golpes utilizaban pistolas y pasamontañas. Uno de los ladrones solía aprovechar los robos para violar a cualquier mujer que se pusiera por delante. Lo hizo al menos cinco veces. El negocio de la banda empezó en octubre en Valdebernardo y Vicálvaro, próximas a sus domicilios. Pero terminaron atracando en Carabanchel, Usera, Coslada y San Fernando de Henares. Si era necesario, los ladrones disparaban al aire para intimidar.
"Los ladrones de las pistolas plateadas" era su mote porque todas sus víctimas describían así sus armas. No se trataba de un grupo organizado al uso. El botín que lograban en cada robo lo usaban después para sus gastos y juergas. Se lo fundían todo en alcohol, drogas y sexo. Así un día tras otro. Su rutina diaria consistía en levantarse, generalmente después de la hora de la comida, y salir en busca de nuevas presas fáciles. Ni lo planeaban. Unos días robaban los siete y otros actuaban en solitario.
La policía los detuvo a principios de esta semana por separado. Uno de los detenidos ofreció resistencia y trató de atropellar a dos agentes con su coche, que tuvieron que disparar al vehículo para obligarle a parar.
Seis de los detenidos son latinoamericanos. El séptimo, que hacía de conductor del vehículo particular que utilizaban en sus huidas, es David B. F., español de 23 años y con antecedentes penales. Él y otros tres detenidos formaban el núcleo más activo. Arles Darío, colombiano de 22 años, era el líder, el que llevaba la pistola. Una vez disparó contra una persona que salió tras él en un atraco. La bala no le alcanzó. Los otros dos eran John Alejandro, ecuatoriano de 21 años y también con antecedentes, y Rubert Radhames B., dominicano de 33. Este último es al que se le imputan las violaciones a las mujeres. Son cinco de momento, pero podrían ser más, a la espera de las pruebas de ADN, según reveló el comisario jefe de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO), José Luis Conde. Los otros tres detenidos eran una mujer colombiana y dos ecuatorianos.
"Hemos sacado de las calles a un grupo muy violento", aseguraba ayer Conde. En una sala de la Jefatura Superior de Policía, el comisario jefe señalaba el material decomisado. Había dinero, cientos de tarjetas telefónicas, ordenadores, una cámara fotográfica, dos pistolas, pasamontañas, pasaportes robados y un poco de cocaína. Los siete pasaron ayer a disposición judicial. Su particular forma de vida, "atracar y gastar", ya es pasado.
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