Comisarios de partido para TV-3

El Consejo del Audiovisual de Cataluña (CAC) debía evaluar ayer la idoneidad de 12 candidatos, propuestos por los partidos políticos, para integrar el órgano de gobierno de los medios de comunicación públicos de la Generalitat. El CAC así lo hizo en una deliberación de más de siete horas. Avaló a la docena de aspirantes, la mayor parte de ellos con un currículum estrechamente ligado a la acción partidista -cuando no militante activo- en un durísimo y contundente informe, sin procedentes, en el que acusa a los grupos parlamentarios de vulnerar el espíritu de la ley de preservar la independencia política de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA).

El CAC arremete de lleno contra las formaciones políticas (CiU, PSC, ERC, ICV y PP) por haber designado a sus candidatos no con criterios de "capacidad e idoneidad" sino de "oportunidad y estrategia política" y fruto de un pacto de "naturaleza partidista". O sea, que los grupos políticos han vuelto a las andadas y se han repartido sus representantes en el Consejo de Gobierno de la CCMA como antaño, en función de "cuotas" de representación parlamentaria. Circunstancia, añade el comunicado del CAC, "que no se adecua ni al espíritu de la ley ni a los criterios de independencia y profesionalidad que promueve".

Todo este proceso, concluye, "ha contaminado la presunción de inocencia" de unos candidatos que deben actuar "con plena independencia y neutralidad".

El Consejo del Audiovisual lamenta que los partidos enviaran una propuesta de 12 nombres en una lista cerrada, es decir, con el mismo número de miembros que integrarán el Consejo de Gobierno, lo que anula el margen de maniobra para su examen. Pero el comunicado precisa que el CAC se ha limitado a cumplir estrictamente lo que marca la ley, sobre la que ya expresaron serias dudas durante su tramitación parlamentaria.

De este modo, el organismo audiovisual recuerda que las funciones que le otorga la legislación se limitan a convertirlo en una "instancia avaladora de una propuesta ya cerrada de candidaturas". Y la evaluación sólo debe tener en cuenta si los candidatos han "ejercido funciones de administración, de alta dirección, de control o de asesoramiento, o funciones de responsabilidad similar, en entes públicos o privados". Son unos criterios laxos y genéricos que cumplen la totalidad de los candidatos. Por este motivo, el CAC opta por declarar: "No concurren motivos suficientes de falta de idoneidad profesional manifiesta". Avala a los 12 miembros pero otorgándoles un nimio beneplácito. Aunque, eso sí, el CAC se habría podido inclinar por suspender a la mayoría.

Ahora, el Parlament examinará la aptitud de los 12 miembros en una comisión en la que se les podrá interrogar. Posteriormente, su nombramiento será ratificado en un pleno. De los 12 candidatos, cinco son de CiU, lo que le otorga la llave para la toma de la mayoría de decisiones, el PSC cuatro y ERC, PP e ICV uno. Los republicanos aspiran a que su candidato, Albert Sàez, secretario de comunicación del Gobierno, ocupe la presidencia del organismo.