"Ahora, que redondeen a la baja"

La Diputación de Guipúzcoa asegura que da por cerrada la polémica suscitada por el redondeo al alza de los peajes de las autopistas A-8 y la AP-1, al que ha renunciado tras el reciente fallo del Tribunal Superior que anuló el decreto que fijaba los precios de 2007. Sin embargo, el Departamento de Infraestructuras Viarias no deja ahora de insistir en que las tarifas de este año, al eliminar el redondeo e incluir un amplio cuadro de decimales, ralentizarán el cobro en metálico a los conductores, lo que podría causar retrasos y atascos en las cabinas de pago. Esta advertencia no ha caído nada bien entre las asociaciones de conductores y de consumidores, que responden a la institución foral que su obligación es tomar las medidas oportunas para evitar esas retenciones, al tiempo que subrayan que los usuarios no tienen por qué pagar el pato de una gestión ineficaz del cobro de los peajes.

La asociación Automovilistas Europeos Asociados (AEA) presentó el recurso contra el redondeo aplicado por la sociedad pública Bidegi, concesionaria de las autopistas guipuzcoanas. Se muestra "satisfecha" por el fallo, que finalmente no será recurrido por la Diputación, pero no considera la cuestión zanjada ni mucho menos.

Su presidente, Mario Arnaldo, recalca que el cobro de tarifas "raras", en cantidades muy fraccionadas, no está motivando atascos en otras autopistas españolas y europeas. De momento, tampoco ocurre en la A-8 y la AP-1, confirma Bidegi. En cualquier caso, Arnaldo tiene claro que el afectado nunca puede ser el conductor. Así que, si se llegasen a producir esas anunciadas retenciones, serían achacables a "una ineficacia en la gestión del cobro", sostiene.

Para evitar llegar a esa situación, plantea posibles medidas: habilitar más cabinas para el cobro en metálico o levantar las barreras de cobro cuando se formasen atascos derivados de que Bidegi "no es capaz de gestionar bien el cobro".

Compensación

El presidente de AEA vería también con buenos ojos el establecimiento de un sistema de cobro que combinase el redondeo al alza y a la baja, a fin de que resultara compensatorio.

"Siempre hemos defendido un talante negociador y no de confrontación", subraya Arnaldo, quien se reunirá el próximo viernes en San Sebastián con los responsables forales de Infraestructuras Viarias para tratar todas estas cuestiones.

Durante la cita, la asociación pondrá también sobre la mesa el millón de euros que la Diputación ha reconocido que recaudó de más durante el pasado año gracias a ese redondeo al alza. La sentencia del Superior no obliga a la institución foral a devolver ese dinero a los usuarios, pero AEA entiende que supone un "enriquecimiento indebido" de Bidegi. Por ello, propondrá que destine una cifra similar a un objetivo que repercuta en el bien general de los conductores, como podría ser una dotación para la DYA.

A la espera del resultado de esa reunión, el presidente de la Organización de Consumidores y Usuarios Vasca, Koldo Navascués, comparte la idea de establecer una fórmula de redondeo compensatoria. "Y si no, más sencillo, que redondeen a la baja, que no se van a arruinar y ya han estado redondeando al alza durante mucho tiempo. Es que parece que nos toman por tontos", se queja. Como Arnaldo, Navascués insiste en que la Diputación tendrá que "arbitrar las medidas y soluciones necesarias" para que el perjudicado no sea el usuario.

"Es que siempre pagamos los mismos", añade el asesor de movilidad del Real Automóvil Club Vasco Navarro, Luis Murguía. Admite que la cuestión resulta "complicada", pero apuesta también por analizar medidas como el redondeo compensatorio o subir unos años sí y otros no las tarifas.

Mientras tanto, Bidegi se mantiene a la espera de comprobar cómo evoluciona el cobro en metálico de las nuevas tarifas, una opción que eligen el 30% de los conductores. El resto paga con tarjeta (30%) o un telepeaje (40%), sistemas que tratará de impulsar todavía más. Su mayor preocupación se centra en la época estival, cuando el pago en metálico se dispara al 46% debido al aumento del paso de viajeros extranjeros o de otros territorios.